Por Florencia Parodi
Los vinos de Caballo Loco rompieron los esquemas tradicionales del vino chileno. Sin cosechas, sin denominaciones de origen, llenos de historia y con toda la pasión que mueve a su equipo. Conversamos con Cristian Urra, Export Manager y Embajador de Caballo Loco y Viña Valdivieso.
“En una botella de Caballo Loco podés encontrar 27 años de historia del vino”, nos comentó Cristian, quien lleva más de 10 años vinculado a la bodega chilena. ¿Cómo hacen para lograrlo? “Cada edición de Caballo Loco es única, y se elabora a partir de un 50% de la edición anterior, es decir, Caballo Loco N°18 está elaborado con un 50% de Caballo Loco N°17, y a su vez, el N° 17 tiene un 50% de Caballo Loco N°16 y así sucesivamente hasta llegar al primer Caballo Loco que fue lanzado al mercado en el año 1994”, explica Urra.
PublicidadY esta forma de hacer vino surgió por azar, pero fue perfeccionada con toda la intención al ver el resultado. Todo empezó en el Valle de Curicó, en la sala de barricas de la bodega, donde se guardaban las mejores reservas de las cosechas antiguas. En el año 1994, porque así lo quiso el destino, se mezclaron todas estas cosechas y dieron origen a un vino único.
Fue tan bueno el resultado, que la bodega empezó a mezclar, intencionalmente, las diferentes añadas, creando un ensamblaje sin precedentes en la historia del vino chileno hasta ese momento.“La edición N°1 de un ejemplar único, con carácter indomable y libertad plena”, versa la página web oficial de la marca.
“Caballo Loco es la máxima expresión de un ensamblaje, ya que mezcla diferentes cepas, diferentes denominaciones de origen y diferentes cosechas”, comentó Urra.
PublicidadLOCO, PERO CON EXPERIENCIA. Si bien el concepto inicial de esta bodega fue inusual, hoy la misma es considerada un emblema de la industria chilena y fue evolucionando y creciendo con la experiencia de enólogos de diferentes partes del mundo. “En un comienzo las primeras ediciones de Caballo Loco fueron elaboradas por un enólogo chileno-australiano, Luis Simmian[…] luego el vino pasó por las manos del enólogo francés, Phillipe Debrus, y luego desde el Caballo Loco N°6, se ha trabajado bajo la dirección de Brett Jackson, enólogo neozelandés, quiense quedó en Chile y que hasta el día de hoy se encuentra a cargo de la dirección enológica de la viña”, comentó Urra.
Así fue creciendo su experiencia, cada enólogo a lo largo de la historia de este vino, fue aportando lo suyo y superando el desafío de lograr una propuesta diferente. Justamente, Urra nos explicó que uno de los desafíos más complejos fue posicionar un vino sin añada en un mercado que ya tenía ciertos “dogmas” establecidos.
Publicidad“Hasta la actualidad, la mezcla de cosechas no es habitual, lo que nos transforma en uno de los pocos vinos a nivel mundial que lleva 27 años haciendo este tipo de mezclas. Esta metodología nos permitió posicionar el vino como un objeto de colección, en donde muchos de nuestros clientes han hecho colecciones de ediciones asombrosas”, dijo el portavoz de la bodega.
Hoy la viña cuenta con viñedos ubicados en las zonas más famosas del país andino, como los Valles de Limarí, Maipo, Apalta, Curicó y Bío Bío. En estos ya conocidos terruños crecen las uvas para ambas líneas, Caballo Loco y Caballo Loco Grand Cru (estos últimos provienen de hileras específicas de viñedos, seleccionadas por la gran calidad de sus uvas). Sobre el punto, Cristian dijo: “El trabajo está 100% enfocado en la búsqueda de terroir y en la vinificación para tratar de obtener el máximo de pureza en términos de tipicidad y calidad”.
LOS CABALLOS SUELTOS EN PARAGUAY. Para la bodega chilena, Paraguay es un mercado sumamente importante en la región, ya que en él se pueden encontrar vinos de países vecinos hasta grandes caldos de Francia, España e Italia, con precios bastante competitivos. “Esto favorece mucho la competencia, y la nivelación hacia arriba en calidad y no tanto al volumen…”. Por esta razón, los vinosde Caballo Loco,ingresaron hace ya un tiempo a nuestras góndolasy hoyestán ganando terreno.
Actualmente se pueden encontrar en el mercado local las etiquetas de la línea Grand Cru: Apalta, Limarí, Sagrada Familia y Maipo, así como las ediciones Nro. 17 y 18. Todas, por supuesto, con la elegancia y la intensidad que caracterizan al vino chileno.
En cuanto a las novedades, el portavoz de la bodega nos comentó que este año podría llegar a Paraguay el último Caballo Loco Grand Cru Curicó y agregó que “otra novedad será la entrega de nuestra última edición de Caballo Loco Original, estamos trabajando para que la edición N°19 esté disponible en el último cuarto de este año”.
Si todavía no los probaste ningún vino de esta bodega, te animamos a que hagas un recorrido a caballo por el terruño chileno.