Por Alejandro Sciscioli

Siempre es un placer realizar viajes con el objetivo de conocer regiones vitivinícolas. Y si una de esas regiones es el Valle de Cafayate, ¡mucho mejor! ¿Por qué? Porque es una zona fascinante, desde cual salen vinos cada vez más interesantes. Y también porque allí hay personas maravillosas que se esmeran en hacer sentir al visitante mimado, bien atendido, ¡siempre mucho más satisfecho! 

Por ello, haber viajado para conocer bien de cerca el trabajo y la filosofía de la Bodega El Porvenir de Cafayate de ninguna manera puede considerarse como una actividad laboral, sino algo mucho más ligado al disfrute.

Todo comenzó con un llamado desde la firma importadora Caminos del Vino, representante de esa bodega en el país, invitando a Parawine para participar de la experiencia. Y luego todo se puso en marcha: viaje en bus a Ciudad del Este, posterior traslado en taxi al aeropuerto de Puerto Iguazú, en Misiones, Argentina, y finalmente, abordar el vuelo que lleva desde esa ciudad de la Triple Frontera a la ciudad de Salta, capital de la provincia que lleva el mismo nombre.

En la terminal nos aguardaba Noberto “Beto” Harislur, quien fue nuestro guía durante todo el recorrido. Del aeródromo rápidamente afrontamos el tramo final: viaje por tierra hasta el pueblo de Cafayate, puntualmente hasta Finca El Retiro, donde El Porvenir posee una maravillosa casa de huéspedes.



Pero previamente tuvimos que transitar un camino que une varios pueblos y luego se adentra entre los cerros bordeando el río Las Conchas, que atraviesa la Quebrada de las Conchas, donde los paisajes son verdaderamente asombrosos y la ruta se pone muy sinuosa, plena de curvas y contracurvas. Pero para nada resulta peligroso atravesarla ya que los tramos de montaña son muy breves. 

Sí resulta muy recomendable para el viajero realizar diversas paradas para empaparse del entorno, muy pacífico, tomar fotos e ir conociendo diversos accidentes naturales que, a raíz de la erosión, tomaron diversas formas y que el ingenio popular fue bautizando con distintos nombres. Así, para llegar a Cafayate hay que atravesar El Obelisco, Las Ventanas, Los Colorados, Los Castillos, El Sapo,  Mirador Tres Cruces, la Garganta del Diablo y El Anfiteatro, entre otros sitios de interés.

Antes de llegar hicimos un stop para almorzar en un sitio muy bello, cuyo nombres es Posta de las Cabras, donde este cronista se decidió por probar una provoleta de queso de cabra y un muy abundante y delicioso estofado de cordero. 



Ya restaurados, le llegada a Cafayate fue increíble, ya que al momento de ingresar a la casa de huéspedes en Finca El Retiro el cielo estaba totalmente nublado, pero inmediatamente comenzó a despejarse, lo que permitió ver la magnificencia de los cerros y sus coloridos matices.

Un párrafo especial se merece esta casona, enclavada en medio del viñedo, donde la paz se siente omnipresente. Se trata de un sitio preparado para que la bodega reciba a sus visitantes. Pero además el viajero avezado puede reservar las comodidades de este sitio comandado por Doña Carmen, quien literalmente cocina las mejores empanadas salteñas “del mundo mundial”. Sobrio, decorado al estilo rústico tradicional de Salta, el lugar es una invitación al disfrute, ya que todas las comodidades están previstas.



PRIMERA ACTIVIDAD. La cena de bienvenida fue en la residencia particular del Dr. Juan Carlos Romero, quien fundó la Bodega El Porvenir de Cafayate hace ya dos décadas y es un muy activo participante de la vida política provincial y nacional (fue gobernador de Salta y senador nacional).

Allí nos aguardaba el propio Romero, junto a Francisco “Paco” Puga, enólogo de la casa de vinos y Daniel Guillén, su agrónomo.

El encuentro fue muy ameno y terminó a altas horas, luego de disfrutar de una muy buena cena por pasos (que incluyó el uso del nuevo aceite de oliva elaborado por la bodega) y degustar las siguientes etiquetas: el tremendamente delicioso Laborum Single Vineyard Finca El Retiro Oak Fermented Torrontés (que fermenta y se cría por aproximadamente 8 a 9 meses en barricas de roble, con sus lías), Rosa Rosa (un muy fresco y elegante rosado de Malbec), Laborum Single Vineyard Cabernet Sauvignon Finca Río Seco 2017 y El Porvenir Our Family Icon 2013 (un excelente blend con alma de Malbec que tiene un enorme potencial de guarda). La sobremesa fue acompañada por varios shots de una Grappa, elaborada con orujos de Torrontés cultivado en la Finca El Retiro.



DÍA A PLENO. La jornada siguiente arrancó a pleno tras el desayuno de rigor. Primeramente visitamos la bodega, ubicada en pleno pueblo de Cafayate y a muy pocas cuadras de Finca El Retiro, donde fuimos testigos de la llegada de los primeros cuarteles de Malbec de la cosecha 2020. 

Paco Puga llegó luego para mostrarnos las instalaciones (mucho más grandes de lo que se podría esperar cuando se ingresa al sitio) y, luego, fuimos Finca Alto Río Seco para que Daniel Guillén nos cuente las particularidades de ese viñedo, donde recientemente incorporaron 2 hectáreas de vides (la mitad de Cabernet Franc, más Garnacha y Mourvedre, estas últimas con la idea de explorar los famosos cortes estilo GSM del sur de Francia).

También fuimos a la Finca Río Seco, donde vimos cómo puede variar sensorialmente una uva según su forma de poda (lo constatamos comiendo uvas de Cabernet Sauvignon con sistema de canopia tradicional y otro libre). ¡Sorprendente la diferencia sabores de uvas ubicadas a muy pocos metros de diferencia, en un mismo suelo!

Posteriormente fuimos a la pequeña Finca Alto Los Cuises, donde en apenas una hectárea poseen uvas Chardonnay y Malbec con sistema de poda en vaso. Se trata un sitio ubicado en pleno pedemonte, en ancestrales terrazas de cultivo desarrolladas por los habitantes originarios Diaguitas y Calchaquíes, y que cuenta incluso con una naciente de agua.

Allí degustamos precisamente los vinos Laborum de Parcela Chardonnay 2018 y Laborum de Parcela Malbec 2018. Ambos vinos son muy diferentes de lo que cabría esperar en esos varietales: desde lo aromático sorprenden por presentar notas herbáceas, que provienen de la vegetación propia del lugar, según nos explicaron. Al mismo tiempo resultan muy frescos y amables al momento de beber.

Finalmente, desde Alto Los Cuises volvimos a Finca El Retiro para disfrutar de un almuerzo, cuyo primer paso fueron las famosas empanadas de Doña Carmen. A las copas llegaron otros vinos que no habíamos probado previamente: Amauta Absoluto Torrontés 2019 y Amauta Corte I Inspiración 2018 (Malbec, Cabernet, Syrah). Terminado el almuerzo, una siesta reparadora para afrontar la última parte de la agenda del día.



CATA DE LUJO. Cuando se visita una bodega, lo ideal es poder contar con la guía del propio enólogo para entender mejor lo que va llegando a las copas. En nuestro caso, nuevamente Paco Puga se hizo de tiempo en plena vendimia para acompañarnos a catar una muy interesante selección de etiquetas y ¡también vinos de las propias barricas!

En este punto vale hacer una precisión importante: los vinos de Laborum son elaborados a partir de uvas cultivadas en cuatro distintos terruños de la zona de Cafayate, con distintos perfiles de suelo y ubicados a distintas alturas: Finca Alto Río Seco (1.750 msnm, con sistema de conducción de espaldero alto), Finca Río Seco (1.700 msnm, con sistema de conducción de espaldero alto), Finca El Retiro (1.650 msnm, con sistema de conducción en parral) y Finca Alto Los Cuises (1.850 msnm, con sistema de poda en vaso). Por ello en cada etiqueta se verá el nombre del viñedo de donde provienen las uvas con las cuales se elaboró ese vino. La línea Amauta, en cambio, se trata de vinos que ensamblan uvas propias de El Porvenir provenientes de las diversas fincas. 

También es de destacar que todos los vinos de Laborum son elaborados a partir de uvas cultivadas en viñedos propios. Incluso tienen un excedente de materia prima que luego es comercializado a otras casas de vino de la región.

Ahora sí, a las copas fueron llegando las siguientes etiquetas.



LABORUM SINGLE VINEYARD TORRONTES 2019 FINCA EL RETIRO. Detalle interesante: las uvas son recolectadas en tres tiempos diferentes de cosecha (así se logra un corte compuesto por 20% de bajo alcohol y muy bajo aroma pero con una muy alta acidez, un 60% que es el “corazón” y el 20% final que permite otorgar al vino tipicidad y volumen de boca). 
Intensidad aromática media, buena tipicidad: punto cítrico, lichi, claros puntos florales (para nada invasivos), leve toque herbal. Seco, acidez media +, cuerpo medio, final largo, levísimo amargor final. Delicioso. Se siente muy joven. ¡Muy bueno!

LABORUM DE PARCELA FINCA EL RETIRO TORRONTES 2019. Fermenta en huevos de cemento (1/3 de la fermentación se realiza con 15% de racimos enteros, con escobajos). 
Intensidad aromática media, buena tipicidad, elegante: punto cítrico, lichi, floral, leve herbal. Seco, acidez media +, cuerpo medio, final largo y agradable, floral y frutal. Redondo y equilibrado.

NARANJO 2019. Este “vino naranja” fermenta en huevos de cemento con las pieles y las semillas; en el mismo recipiente es criado durante 6 meses con los sólidos. 
Presenta color piel de cebolla y una leve turbidez. Intensidad aromática media +, aromas cítricos (naranja fundamentalmente, ¡muy agradable!). Crecen increíblemente bien en copa las características aromáticas. Seco, acidez media -, cuerpo medio, final medio, muy frutal. ¡Un vino que merecemos tener en Paraguay!

EL PORVENIR AMAUTA ABSOLUTO  MALBEC 2019. Si bien es 100% Malbec las uvas provienen de diversas fincas a alturas distintas, con más productividad por hectárea: entre 10 a 12 toneladas por hectárea en esta etiqueta, mientras que con los Laborum el rendimiento será de entre 6 y 8 toneladas).
Intensidad aromática media +, muy frutal (algo de mermelada), claros toques especiados, pimienta negra. Seco, sweet point, acidez media más, taninos medio +, cuerpo medio +, final largo. 90 puntos.

EL PORVENIR LABORUM SINGLE VINEYARD MALBEC 2019 FINCA RÍO SECO. Con 12 meses de crianza en barricas de roble francés (80%) y americano (20%). Intensidad aromática media +, fruta roja madura, aromas terciarios (roble, chocolate), ligeros lácteos.  Seco, sweet point, acidez media, taninos medio +, cuerpo alto, alcohol medio +, final largo con destaque de la fruta madura y las notas terciarias. 

EL PORVENIR AMAUTA ABSOLUTO  TANNAT 2019. Intensidad aromática media +, aromas a fruta negra, especias, pimienta negra, aromas salinos, ligeros toques verdes, aroma a sal de mesa. Seco, sweet point, acidez media, taninos medio + (bien presentes, carnosos), alcohol medio más, final largo. 

EL PORVENIR LABORUM SINGLE VINEYARD MALBEC 2019 FINCA EL RETIRO 2017. Intensidad aromática media más, notas a fruta negra madura (recuerdos a mermelada), claros toques terciarios (roble, chocolate), pimienta negra. Crece muy bien en copa. Seco, sweet point, acidez media, taninos medio más (finos pero bien perceptibles), toque amargo, cuerpo alto, alcohol medio +, final largo. ¡Muy bueno!

EL PORVENIR LABORUM DE PARCELA FINCA ALTO RÍO SECO BLOCK 4 MALBEC 2017. Intensidad aromática media +, notas a fruta roja y algo negra, ligeros toques lácteos. Seco, sweet point, acidez media, taninos medios, leve amargor, alcohol medio. ¡Rico!

OUR FAMILY ICON 2015 (Malbec 60%, Cabernet Sauvignon 30%, Tannat 10%). Intensidad aromática media (va creciendo a medida que se oxigena, hay que tenerle paciencia), complejo, con notas a fruta madura, aromas terciarios (chocolate, caramelo), especias, pimienta negra, carne, balsámicos. Seco, acidez media +, taninos medio + (carnosos, redondos, bien presentes), cuerpo alto, alcohol medio +, final muy largo y placentero, con persistencia de las notas terciarias. Un vino que no puede faltar en tu copa.

PASEANDO POR LA SALA DE BARRICAS. Completada la cata, la siguiente etapa de la experiencia fue pasear por la sala de barricas de El Porvenir para degustar vinos en diversas etapas de crianza.

Así, de Finca Alto Río Seco probamos un Malbec cosechado en el 2018 y dos Malbec 2019 de cuarteles diferentes; de Finca Río Seco degustamos un Cabernet Sauvignon 2018 y un Tannat 2018; mientras que de Finca Alto Los Cuises probamos un Malbec 2019.

Luego pasamos a la zona de tanques donde probamos mostos aún sin fermentar y con distintos grados de fermentación.

El “gran finale” fue a la noche, en el restaurante típico Doña Argentina, donde junto con la cena degustamos el notable Laborum de Parcela Finca Alto los Cuises Chardonnay 2017 y el tremendo Our Family Icon 2012. Todo mientras escuchábamos a un cantante local lucirse mientras interpretaba diversas canciones folclóricas argentinas. 

Pero hubo una sorpresa final: Paco descorchó un vino que es parte de un proyecto personal, muy distinto, fresco y frutal, denominado L’amitiè.

Al día siguiente, temprano por la mañana, desandamos el camino de la Quebrada de las Conchas y retornamos a Ciudad del Este para, finalmente, emprender el último tramo a Asunción.

¡Hasta pronto Cafayate! ¡Hasta pronto El Porvenir! ¡Pronto volveremos a vernos!

---