Por Rubén Darío Lugo

Formado como sommelier en la Cámara de Comercio de Madrid y como chef en Le Cordon Bleu de París, Tyales Veiga despliega sus conocimientos acompañando un novel proyecto en Ciudad del Este: Caminos del Vino, que aspira a convertirse en polo de referencia para los amantes de la bebida en la zona de influencia.

Hace cinco meses comenzaban a transitarse estos Caminos del Vino, con la idea de instalar referencias propias en cuanto a etiquetas de alta gama, y es así que además del local de la empresa instalado en la céntrica Cell Shop de la capital del departamento de Alto Paraná, Tyales opera asesorando como sommelier en el Paraná Country Club, donde existe un wine bar y un show room que lleva el mismo nombre de la firma: “Allí, los interesados van a comprar las líneas que les apetecen, además de generarse algunas catas de manera semanal. Somos los primeros en la zona y tenemos buena aceptación”, menciona el especialista.

No sólo ahí queda este tránsito por los apasionantes senderos del amor al vino: También se ha creado una cofradía entre los incondicionales de las etiquetas, y ahora se está formando un club del vino en Ciudad del Este. El enfoque es trabajar con nichos para las empresas, es decir que alguna firma o corporación de la zona alquila o compra un nicho en el lugar y se encargan de invitar a sus clientes o proveedores para reuniones de catas, de tal forma a incorporar a más adherentes a esta apasionante causa.

“Queremos evangelizar con el vino, dar a conocer los productos Premium de bodegas renovadas. Tenemos etiquetas de las más prestigiosas de Argentina, además de representación exclusiva de vinos franceses, italianos, españoles y húngaros”, describe este brasileño con formación europea.

El día a día de Veiga se reparte entre el Paraná Country Club y el local dentro de Cell Shop. De acuerdo con sus conocimientos de los hábitos vineros de este epicentro, al principio era el mercado brasileño el que acaparaba el interés de llevarse botellas de Ciudad del Este; sin embargo últimamente el gusto por la bebida hizo que también los paraguayos de la zona opten por elegir y exigir novedades.

“Les gusta preguntar, se asesorados y saber cuáles son los mejores tips para maridar su cena. Asesoramos a quienes quieran montar incluso una bodega, creamos cartas para restaurantes, hablamos con los chefs y los dueños de estos servicios”, manifiesta.

El complemento de sus actividades es concretado cuando viene -de tres a cuatro veces al mes- a Asunción, a chequear las acciones de la representación que tiene Caminos del Vino en nuestra capital.



Pero allí no termina el gran espectro que se genera en torno a las posibilidades de la empresa de seguir creciendo, puesto que Pedro Juan Caballero y Salto del Guairá están fijamente en la mira de expansión, para seguir transitando los Caminos del Vino que quieren copar la frontera con Brasil.

“Hasta hace poco, el brasileño consumía muchos vinos chilenos y argentinos, pero ahora cada vez más ve instalada en su mente la posibilidad de buscar de Paraguay -donde se pagan menos impuestos- las líneas de altísima gama. Se optan por los vinos de Sudáfrica y Australia como alternativas”, sostiene al tiempo de mencionar que se nota el incremento en las preferencias por la bebida.

Por eso, indica que si Brasil llegase a crecer en consumo tan sólo 1%, eso significaría que… ¡subirá la cantidad en números a 200 millones de botellas más al año! 

Pero el paraguayo también busca nuevas etiquetas, según aclara, y en Cell Shop tienen 1.000 referencias disponibles, de las cuales 600 son exclusivas de Caminos del Vino.

Veiga habla del creciente interés de los compatriotas hacia las novedades, ya que se viaja más y se adquiere los conocimientos gastronómicos que vienen acompañados de buenas bebidas. “El consumidor local está más exigente y ávido de información”, remata.

Caminos del Vino también nota que, en general, al mercado le gustan más los tintos, y por eso comercializa las mejores bodegas argentinas, el mejor vino portugués, etiquetas francesas, italianas y españolas y, por si fuera poco, el champagne más consumido en Francia y tercero en el mundo: Nicolas Feuillatte.

Con todo, convengamos en que vale la pena pegarse una vueltita hacia el Este del país, para probar algunas de las delicias con asesoría nada menos que de Tyales Veiga.

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