Por Alejandra Gavigán

El Tannat sin duda es uno de los vinos con más potencia, debido a la tanicidad de la cepa, que también obtiene de ahí su nombre. La vid originaria del suroeste de Francia fue traída a Uruguay por inmigrantes europeos, donde se adaptó espectacularmente, ya que venía de un clima soleado y de suelo calcáreo a un clima bien marcado de cuatro estaciones y sus suelos calcáreos-arcillosos.

Recientemente, socios de In Vino Veritas Club Privado tuvieron la oportunidad de degustar 3 diversos Tannat, más un Pinot Noir, todos de la marca charrúa Don Pascual, línea de vinos elaborados por Establecimiento Juanicó que rinde homenaje a Don Pascual Harriague, vasco francés que introdujo la variedad Tannat en el siglo XIX en el país orienta, comentó el sommelier Oliver Gayet, quien tuvo a cargo la presentación de los vinos. 

En sólo cinco años desde su lanzamiento, prosiguió el experto, Don Pascual conquistó el liderazgo interno y no lo abandonó nunca. Más aún, hoy es el vino uruguayo más vendido en el mundo, indicó.

Comenzamos con un Don Pascual Pinot Noir Reserva 2015, vino elaborado a partir de uvas cultivadas en parcelas seleccionadas de rendimientos muy bajos, selección de racimos y maceración pre-fermentativa en frío, que hacen que despliegue una gran tipicidad varietal.  Este vino brillante con matices rojos de intensidad media despliega un aroma frutal intenso que recuerda a la cereza y aromas de bosque, en boca es redondo con frutos rojos intensos, taninos presentes y aterciopelados y de final persistente, lo cual lo hace ideal para pescados y charcuterías.

En la decisión de asociar virtudes, el segundo vino de la noche, Don Pascual Tannat Merlot 2016, demuestra las mejores cualidades de ambas cepas, logrando un vino de cuerpo generoso y aterciopelado. Su color púrpura vivaz, acompañado de deliciosos aromas a frutos rojos, como frambuesas, moras y cerezas y su redondez y elegancia con taninos aterciopelados en boca, pide a gritos comidas mediterráneas y quesos maduros.

En cuanto al tercer vino, el Tannat Don Pascual 2017, Oliver explicaba que su excelencia se logra cuando la madurez polifenólica de su piel y sus semillas alcanzan la plenitud al momento de ser cosechadas. En la copa encontramos un vino rubí oscuro con matices granate, aromas a brea, tinta y cuero, sobre fondo de mermelada de frutas como el higo y la ciruela negra. Su paso por boca es seco, muy armónico, con taninos sedosos y “civilizados”, de estructura poderosa pero cortés, largo final sobre el eco de las moras.

Para terminar la noche y acompañando las empanadas picosas de pino que fueron el maridaje perfecto para el último vino: Don Pascual Etiqueta Blanca Tannat, poderoso vino que además de ser estructurado y complejo demuestra totalmente la complejidad de la variedad: posee un intenso color púrpura oscuro, casi tendiendo a color tinta; en nariz encontramos frutos rojos, higo, tinta, minerales y especias, que son combinados con la textura untuosa, las bayas y especias que se acentúan con nuestro maridaje, sus taninos suaves y aterciopelados pero aún así bien marcados… ¡Toda una experiencia sin igual!

Cabe destacar que los valores de mercado de los vinos degustados esa noche oscilan entre los 40.000 y 100.000 guaraníes (US$ 7 y US$ 18 aproximadamente), con lo cual el consumidor adquiere buenos vinos a un precio accesible y, de paso, descubre una cepa sin explotar en nuestro país. 

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