Por Daniel Fassardi

“Hay vinos que no fallan”, suele decir el editor de este sitio web refiriéndose a etiquetas en la cuales es posible confiar con los ojos cerrados. Creo que tiene mucha razón, ya que suelo utilizar el mismo criterio cuando debo comprar algo para ir a alguna reunión o cena: voy a lo seguro y no me complico.

Pero a veces no puedo con mi genio, ya que constantemente estoy buscando el “Santo Grial de los vinos”: lo que en palabras simples significa hallar la mejor calidad al menor precio posible. 

Este último viernes, mi querida S. llegó con una sorpresa en su mochila: un vino que cumple perfectamente ambos criterios de búsqueda, ya que cada vez que lo probé no me defraudó y, al mismo tiempo, su excelente relación entre precio y calidad lo hace un vino ideal para llevar a cualquier mesa y quedar muy bien parado.

Estoy hablando de un muy buen hijo vitivinícola de Chile, MontGras Quatro, elaborado por la Viña Montgras en el Valle de Colchagua. 

La cuestión es que S. me conoce bien: había tenido un día laboral endemoniado y, por eso, acudió en mi auxilio trayendo un vino con el cual siempre me sentí a gusto. Pero eso no fue todo, ya que también pensó en comprar unas espectaculares empanadas chilenas “made in” Sabores de Mi Tierra. Una armonización muy bien pensada, por supuesto. 

Tal como su nombre lo indica, este vino es elaborado a partir de un blend de cuatro cepas que se dan muy bien en Colchagua, Cabernet Sauvignon, Malbec, Carmenere y Syrah.

El descorche se produjo sin mayores preámbulos y, la degustación, también. ¿Con qué nos encontramos en la copa? Con un vino de color rojo rubí profundo y brillante. En su nariz generosa aparece muy claramente la fruta roja fresca, aunque con algunos matices de pimiento rojo y especias. Tal vez, el punto más fuerte de este vino sea la boca, ya que allí obsequia excelente acidez, buen cuerpo y taninos amables, mientras su final es largo y sabroso.

Es verdad, hace mucho calor en nuestra ciudad por estos días. Pero aún así celebro el descorche de este tinto que nunca te hará quedar mal cuando sea momento de poner algo diferente en la mesa del asado familiar o, también, ordenar en el restaurante algo no tan conocido. No falla.

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