Por Luis Fioretti y Rubén Ibáñez

Una etiqueta muy apreciada en el mercado local por su buena relación entre precio y calidad es Ventisquero, marca que ha logrado recientemente importantes reconocimientos y galardones. Así, Ventisquero Grey Chardonnay 2010 obtuvo una medalla en la prestigiosa Chardonnay Du Monde 2012, que se desarrolló del 7 al 10 marzo en el Château des Ravatys del Instituto Pasteur, en Saint Lager,  en la zona de Borgoña. En estos días más, de 300 jueces cataron cerca de 900 vinos de 43 países distintos.
Pero esto no es todo, ya que Ventisquero Grey Syrah 2008, Ventisquero Vértice 2007 y Ventisquero Queulat Carménaré fueron calificados con muy altos puntajes por la prestigiosa Guía Peñín en su edición de 2012, con 91, 90 y 92 puntos, respectivamente.
Para tener una idea de la importancia de la publicación, vale destacar que la misma contiene una selección de los mejores vinos de Argentina, Chile, España y México. Para la edición vigente se degustaron alrededor de 10.600 vinos de más de 1.250 bodegas. ¡Hermoso ejercicio!

UN TERROIR.  Viña Ventisquero tiene su lugar en el mundo en los mejores valles de la vitivinícolamente prestigiosa República de Chile. Inicia sus cosechas en el año 2000 bajo la consigna “Un paso más allá”, con la mira puesta en vinos de alta calidad, vanguardistas y modernos desde su nacimiento.
Con Felipe Tosso al frente de los viñedos desde el inicio, los primeros vinos surgen del valle de Maipo, en su Denominación de Origen “Costa”, donde nacen las primeras añadas. Para el 2003 el proyecto alcanza los influyentes valles de Casablanca y Apalta, creando en estos sus más importantes etiquetas.  Hoy sus “obras” se nutren además con lo mejor de los valles de Colchagua y Leyda.

“VENTISCAS” DE SABOR. Ventisquero tiene una interesante variedad de etiquetas, en su totalidad orientadas a la excelencia. A la cabeza de sus líneas se encuentra “Pangea”, obra conjunta de los destacados enólogos Felippe Tosso y John Duval (uno de los “artistas” vinícolas más importantes de Australia).
Pero la creatividad de este dúo no termina ahí: ensamblando el Carmenere y el Syrah, crearon “Vértice”, proveniente de la parte más alta del Fundo Roblería, en el Valle de Apalta, donde los cuarteles 23 de Carménère y 25 de Syrah forman un ángulo, cada uno con distintas características de terroir.
Sigue “Herú”, el cual debe su nombre a una leyenda que habla sobre un lugar llamado Casablanca, donde habitan duendes encargados de protegerlo bajo la atenta mirada de su líder, quien da nombre a la etiqueta. En este valle, inigualables aromas inundan de esplendor su extensión al tercer mes de cada año, tiempo en el cual se cosecha el Pinot Noir que da su ser a este vino, portador del hechizo que hace todo posible.
“Grey” nace de un cuidado excepcional en las propias manos de Felipe Tosso, quien supervisa personalmente el trabajo en los viñedos donde nace esta etiqueta, ubicados en los valles de Apalta, Casablanca y Maipo. En este vino, la cosecha a mano es protagonista, junto a la selección personalizada de las vides, una fermentación a temperaturas controladas y la crianza de 18 meses en barricas de encina francesa.
“Queulat” es obra de Sergio Hormazábal, quien le da un enfoque eminentemente gastronómico. Elegante, equilibrado y redondo son las palabras para describir a las 7 variedades de este vino, que tiene una crianza de 100% en barricas de roble francesas. Esta diversidad otorga una infinidad de maridajes, además de su equilibrio, fruto de los valles de Casablanca, para los Blancos y el Pinot Noir, y de Maipo para el resto de los tintos.
Completan el encanto de Ventisquero su línea más conocida, “Reserva”, caracterizada por entregar la mejor calidad de sus varietales, y la línea “Yelcho”, encargada de expresar el espíritu de los vinos más jóvenes.