En general, cuando llega el final del año las personas realizan balances. Los medios de comunicación, en cambio, preparan anuarios. Pensando entonces qué hacer para el cierre del año, se nos ocurrió invitar a cinco apasionados y conocedores locales para que nos cuenten qué fue lo mejor que llegó a sus copas en este 2013 que hoy se “muere”.

La consigna era que comenten qué fue lo mejor los impresionó, sin tener en cuenta si lo degustado fue en el país o en exterior e, incluso, si tales etiquetas están presentes en el mercado local o no.

El orden de publicación de las opiniones respeta el orden de recepción de los materiales.

EVELIO MONTEBRUNO. El padre del blog Vare’a Korocho respondió inmediatamente al convite y pasó su lista:
1. Anselmann Gewürztraminer Spätlese 2011. "Me sorprendió maridándolo con comida india. De color ámbar, posee notas a lichi, miel de azahares y duraznos; su cuerpo es ligero y un final prolongado en boca que lo hacen una obra maestra de esta bodega. El mejor del año".
2. El Gran Enemigo 2008. "Blend de conocido enólogo argentino Alejandro Vigil, que es elaborado en sociedad con una de las propietarias de la Bodega Catena Zapata. El indiscutible toque del Malbec de la familia Catena se encuentra presente: vainilla y notas de cacao. Un poema en boca".
3. Pegasus Bay Riesling 2006. "Este rótulo no puede dejar de estar en mi lista cada año. Tengo varias botellas guardadas de esta cosecha y descorcho una por año para ver su evolución. El resultado siempre mejor, siempre nuevo, siempre una maravilla: cítricos como la lima y limones de Tahití, mezclados con miel y frutas de compota lo hacen único; su color ambarino y su cuerpo ligero lo hacen imperdible y maridarlo con alguna porción de papas fritas caseras lo hacen aún mejor".
4. Luigi Bosca Gala 2. "Recomendación de mi amigo Juan Casu. No soy alguien que gusta de esta bodega, pero este vino fue una agradable sorpresa".
5. Urraca Malbec 2008. "Recomendado por Ricardo Grassi, gran amigo y conocedor, me sorprendió por su relación precio calidad y a pesar de la añada se comportó como un vino joven, tal como me gusta".
6: D.V. Catena Cabernet Malbec 2010. "Solo un año de este vino me había decepcionado(2007). El resto de las añadas siempre me sorprenden por su constate calidad. Su relación entre precio y calidad también lo hace atractivo".
7. Siesta Bonarda Malbec 2009. "Catena Zapata es mi bodega preferida posiblemente en el mundo entero. Soy fanático de los vinos de Nuevo Mundo. En este blend resaltan por partes iguales ambas cepas, sin que una sobrepase a la otra. Aunque sea un vino de guarda es un placer beberlo joven".
8. Siesta Malbec 2007. "Poco que decir: uno de los mejores Malbec que probado en el 2013, sin dudas".
9. Two Oceans Pinotage 2011. "Por gran relación entre precio y calidad".
10. Montebruno 2010 Pinot Noir Crawford Beck Vineyard. "La Pinot Noir es una de esas cepas que uno odia o ama. Solo probé este vino por que lleva mi apellido en la etiqueta, y realmente me sorprendió: joven, frutado, de un color rubí intenso y una facilidad para beberlo inigualable. Digno representante de los vinos del Nuevo Mundo, y orgulloso de que mi apellido esté en el rótulo de un gran vino".

CARMEN NOGUÉS. Para la creadora del grupo de Facebook “Los Del Buen Vino”, la elección fue menos sencilla, ya que a su copa llegan, muy seguido, muchos y muy buenos ejemplares. No obstante, logró decidirse por las siguientes etiquetas:
1. Trapiche Gran Medalla Malbec 2010. “Es un vino con taninos perfectos. Tras el largo final largo te deja con ganas de tomar más; es como le llaman en la jerga redondo y aterciopelado. Tiene una astringencia perfecta, con un dejo dulzón del Malbec”.
2. Zuccardi Aluvional. “Me causó gran impresión; es un gran vino, redondo: Maridado con carnes es un placer”.
3. Ventisquero Vértice. “Suave, fácil de tomar, con muy buenos aromas y de gran relación entre precio y calidad. Es la combinación perfecta”.
4. Kai 2010 de Errázuriz. “Si algún Carmenere me enamoró este año es éste. ¡Acompañado con pastas y carnes grilladas es perfecto!”.
5. Cadus Trimalbec de Nieto Senetiner. “Aromas intensos, untuoso, potente para beber y comer en un asado con gente entendida. Grata sorpresa”.
6. Chadwick. “Es sublime, espirituoso, uno de los vinos que nadie puede dejar de probar”.
7. Cousiño Macul Lota 2007. “Excelentemente aromático, impecable; para no olvidar”.
8. Montes Folly. “No se puede dejar de probar. Un Shiraz perfecto con buenos aromas, untuoso, con final largo y taninos perfectos”.
9. Kuyen 2009. “Es una mezcla de Syrah, Cabernet, Carmenere y Petit Verdot. Se nota la madera sin ser abrasivo: esta mezcla me pareció perfecta”.
10. Errázuriz Don Maximiano Founder’s Reserve. “No falla. Para los que les gusta el Cabernet Sauvignon es inigualable. Vigoroso, redondo y sin aristas”.

CHRISTIAN KENT. El editor de la revista Alacarta, como buen periodista, fue preciso y entregó un texto al que no fue necesario tocar ni una sola coma. Con el título “10 vinos que quedaron de mi 2013”, antes de pasar a la lista explicó: “con excepción de los dos primeros, todos los vinos son bastante accesibles y conseguibles. En general me gustan los vinos que se muestran honestos, no muy complicados ni pretenciosos y sin duda prefiero los sudamericanos. Me gustaría, por experiencia propia, sugerir la moderación a la hora de tomar y mucha reflexión -nadie se equivoca nunca en esta materia- para lograr mayor disfrute”.
1. Pingus 2005. “Si tengo que elegir un vino europeo va a ser este, de la Ribera del Duero, pero producido por un danés Peter Sisseck. Lo tomé en uno de los viajes que hacemos con revista Alacarta por el interior, específicamente en el Cerro Roké, luego de un menú en base a piñas nativas. Lo llevó entre sus cosas el cocinero José Torrijos, español, y es un vino súper, pero también súper limitado (solo se hacen 6.000 botellas al año) y todas vendidas previamente, estando el vino aún en barrica. ¡Una joya!”.
2. Clos Apalta 2002. “Lo tomé en una cata vertical, invitado por Mariela Castro. Claro que este es un vino de calidad excepcional, no siempre uno puede tomarlo. Pero comparándolo con las otras añadas pude notar claramente cómo los taninos estaban integrados y el vino había llegado a una plenitud exquisita. Pocas veces uno siente que el vino se apodera de todo el paladar con su gran volumen y sin embargo el final es delicado, aterciopelado. El acompañamiento era un Magret de pato, al cual el chef André Magón le agregó una compota de arándanos y aceite de vainilla. “Este año la vainilla fue punto revolucionario en la cocina, saliendo de su eterno perímetro pastelero”.
3. Francis Lurton Chacayes. “Me declaro fan del trabajo de los hermanos Lurton; amo el Piedra Negra y también el Gran Lurton. Este año conocí este blend, que tiene como base el sublime y tan querido Malbec de Vista Flores y un 15% de Cabernet que le da un vigor especial. Me gustó la rica gama de frutos rojos y negros, como moras y arándanos, con esa suave nota espaciada a vainilla, clavo y tabaco. Riquísimo”.
4. Gran Opalo Blend 2008. “Se me ocurrió borrar toda la música de mi teléfono y entre ellas borré una entrevista a Mauricio Lorca que le hice en Le Sommelier… ¡desastre total! Pero una cosa no se me olvidó, este excelente vino premium sin madera que tiene esos taninos tan dulces del Malbec de Lorca, con toda la fortaleza del Cabernet Sauvginon y el Syrah, y lo mejor de todo: la mejor uva del Valle de Uco en su expresión más honesta e intensa.
5. Alma Negra Pinot Noir. “Muchas historias con este Pinot, un vino mágico que suelo compartir con un gran amigo que comparte la afición. Este vino del señor Ernesto Catena es pura poesía. Es uno de mis vinos favoritos. En la nariz es algo floral y se siente fruta roja, en boca es agradable, aterciopelado, pero no por eso pierde cuerpo. El final es siempre otra copa”.
6. Leyda Riesling. “Disfruto mucho los vinos blancos y el Pinot Noir, y por lo mismo siempre fui un enamorado de los viñedos de la costa chilena y la grandiosa influencia de la brisa del Pacífico en la mineralidad de los vinos. En especial el valle de Leyda, que produce estos blancos con una acidez chispeante y una frescura mineral muy característica. Este Riesling es un vino muy excitante, con notas cítricas y flores blancas. La botella y la tapa rosca me encantan”.
7. Viu Manent Secreto Viognier. “Una amiga poeta chilena me escribe desde Santiago para decirme que tiene una cita romántica y necesita que le recomiende un vino. Pensé en ella y me acordé de este vino, que bien lo estaría tomando yo ahora mismo y dándome una panzada de locos y machas y jaivas en el Mercado Mapocho. En nariz tiene la fruta de Chile, la chirimoya, el damasco… delicioso”.
8. Alto Las Hormigas Reserve. “El vino es momentos dicen. Churrasquería a la noche, me salteo la parafernalia del espeto y voy directo a la parrilla y le digo al profe: "dame un medallón entero de tu picaña, la más sangrienta". Me sirvo un mezclum de verdes como se le dice ahora a la ensalada y pido este vino. La mezcla de carne premium paraguaya chorreando sangre con este Malbec fue ¡ayayay compadre!”.
9. Piccini Memoro. “En este ranking el Memoro es el "Best Value 2013". Para un joven como uno que no va a gastarse la vida para caer en la casa de un amigo con un "vinito", este es un poderoso aliado. Un poco más de 10 dólares para un vino súper atractivo, versátil en la mesa y fácil de tomar. Para lo que están acostumbrados a los grandes vinos de Piccini y todavía no lo probaron, les digo que esperen totalmente otra cosa”.
10. Miolo Merlot Terroir. “Lo recibí de regalo y lo tomé con un amigo brasileño en su casa acompañado con unos quesos, amo la fusión de quesos y merlot. Confieso que no conocía mucho sobre vinos de Rio Grande do Sul, Brasil, y este vino, denso, estructurado, con taninos finos y un final largo me sorprendió de máis. Rico, rico”.

SOLEDAD DUBARRY. Es médica pediatra, pero por sus conocimientos enciclopédicos bien podría dar clases a muchos expertos. Sus escuetas respuestas, a continuación:
1. Iscay Syrah Viognier 2009. “Complejo, elegante, redondo”.
2. Emma 2009. “Se destaca por sus frutos rojos y negros maduros y taninos suaves. Es muy equilibrado”.
3. Lapostolle Chardonay 2012. “Enamora por sus notas frutales y su gran acidez”.
4. Errázuriz Don Maximiano Founder’s Reserve 1997. “El ícono de Viña Errázuriz posee un bouquet fantástico con toques especiados, más taninos sedosos. Increíble”.
5. Escorihuela Gascón Pequenas Producciones Malbec 2010. “Frutas rojas maduras, compota, redondo en boca. Excelente”.
6. Ventisquero Vértice 2007. “Este gran blend de Carmnere y Syrah es delicioso en nariz, con una boca explosiva y agradable a la vez”.
7. Cousiño Macul Lota 2007. “Impresionante en nariz y en boca, con notas especiadas que seducen”.
8. Santa Helena Parras Viejas 2009. “No termina de llamar mi atencin lo sedoso es..
9. Bouchard Père et Fils Pouilly-Fuissé 2012. “Un Chardonnay fresco como pocos, frutal con acidez equilibrada”.
10. Piccini Brunello di Montalcino 1995. “Mmm... Atejado pero brillante, terroso, con taninos intensos. Fantástico”.

ALEJANDRO SCISCIOLI. Para el editor de este portal, “el orden de los faroles no altera el alumbrado, es decir que no necesariamente el primero me gustó más que el décimo; simplemente me guié por la memoria”. Sus elegidos son:
1. Cousiño Macul Lota 2008. “Me enamoré de esta etiqueta en la Expo Vino 2013. Enamora por sus deliciosas notas dulces (mermelada, licor de casis), toques a fruta roja madura, canela, vainilla, caramelo. En boca destaca su buen cuerpo y estructura, taninos elegantes y dulzones.
2. Santa Helena Parras Viejas 2009. “Seda hecha vino. No puede faltar en tu copa”.
3. Aresti Family Collection 2007. “Gran blend con gran nariz: complejidad, mermelada, notas herbáceas, especias, toque floral. Boca con buena estructura, taninos dulces, muy equilibrado”.
4. Trapiche Iscay Syrah Viognier 2010. “Un vino muy, pero muy novedoso, con las típicas notas del Syrah (especias, fruta roja, un levísimo dejo a ciruela pasa), más unos desconcertantes pero fantásticos toques florales y a durazno y el aporte de la madera (vainilla). En boca es también muy seductor: fresco y con una excelente acidez, taninos son dulzones, redondo y sedoso”.
5. Errázuriz Don Maximiano Founder’s Reserve 1994. “Enamora por sus notas a fruta en compota (uva y ciruela), regaliz, frutos secos. En boca demuestra por qué es un gran vino: con taninos presentes, redondo, de muy buen cuerpo y un muy largo, persistente y placentero final”.
6. Alma Negra Sparkling Rosado de Malbec. “Nos conocimos en el exterior y fue el espumante elegido para brindar en Navidad. Frescura hecha vino espumoso. Imperdible”.
7. Alma 4 Bonarda. “La fruta y frescura de la Bonarda argentina en un novedosísimo espumante tinto elaborado con el método tradicional Champenoise. Otro imperdible”.
8. Cantina Giuseppe Cremonni Moscato. “No soy amante de los espumantes dulces, pero este en particular, probado en la cata aniversario de la revista HC Gourmet, me impresionó: nariz muy expresiva y agradable (con notas a jazmín, miel y duraznos en almíbar) y boca muy vivaz y dulce, con gran acidez; en su delicioso final surgen toques a lichi”.
9. Luis Felipe Edwards Selección de Familia Sauvignon Blanc 2013. “Lo conocí en el reciente Wine Fashion Tour. Frescura hecha vino, con una riquísima nariz con explosivas notas a maracuyá y lichi. Un GUAU en la copa”.
10. Gauchezco Oro 2008. “Creía que un Malbec ya no podría sorprenderme, pero este logró llamar muchísimo mi atención. Cautiva por su compleja nariz (fruta roja madura, mermelada, un toque lácteo, más recuerdos a chocolate y caramelo de café). Entra con vigor en boca y la llena bien, con taninos presentes pero ya domados (lo que deja algunas notas dulzonas), con un final largo y agradable”.