Por Alejandro Sciscioli

Luego de bastante tiempo de demora, finalmente logré encontrar la cantidad suficiente de horas para continuar con el relato en cuotas de un viaje que cambió para siempre mi visión sobre los vinos que Argentina elabora.

El viaje en cuestión se concretó en febrero último, cuando tuve el privilegio de participar del Tour 2014 para periodistas latinoamericanos que Wines of Argentina (WoFA) organizó para poner en relieve el enorme trabajo que sus bodegas asociadas, todas exportadoras, realizan en las diversas zonas productoras del vecino país.

Así, en dos entregas comenté lo vivido y degustado en la provincia de Salta: primero en la localidad de Colomé y, luego, en Cafayate.

Pero sin pausa la agenda tenía prevista una nueva etapa, en las provincias de Neuquén y Río Negro, en la misteriosa Patagonia donde todo es llanura, silencio y viento. Y hacia allí nos dirigimos.

PUENTE AÉREO A BUENOS AIRES. El jueves 13 de febrero, tras un vuelo con bastante turbulencia aterrizamos en el Aeroparque de Buenos Aires para esperar la conexión a Neuquén, la ciudad capital de la provincia homónima. 

Y al llegar, nos dirigimos al Hotel del Comahue, sitio en el cual también cenamos. Por supuesto que don Hugo Sabogal, el periodista colombiano experto en vinos y encargado de PR para Latinoamérica de WoFA, se encargó de pedir muy buenos vinos para acompañar la velada: Extra Brut del Fin del Mundo, un espumante hecho de Pinot Noir y Chardonnay con el método tradicional que resultó muy fresquito y agradable. Y como nos encontrábamos en la Patagonia, la tierra argentina adonde la Pinot Noir se ha adaptado muy bien, el siguiente vino fue un Reserva del Fin del Mundo 2011, elaborado íntegramente con esta cepa.

PRIMERO, RÍO NEGRO. Antes de arrancar con el relato vale aclarar que las zonas productoras de vinos de Río Negro y Neuquén están muy próximas. Entonces, a pesar de estar alojados en la capital neuquina, el primer paso fue visitar el viernes 14 de febrero 4 bodegas situadas en el famoso Alto Valle del Río Negro: Del Río Elorza, Humberto Canale, Chacra y Noemía.

En Del Río Elorza nos aguardaban unos canes  que metían miedo por su pinta: parecían mastines salidos de un cuento de terror. Pero a pesar de su porte amenazante, esos cuatro pastores alemanes resultaron más buenos y cariñosos que Lassie.

Nos atendió personalmente el jefe enológico de la casa, Agustín Lombroni, quien precisó algunos datos sobre la bodega. En principio comentó que cuentan con la asesoría del famoso enólogo italiano Alerto Antonini. En cuanto a la producción, Agustín indicó que en promedio logran anualmente una producción de 200.000 kilos de uva, que se traducen en unos 100.000 litros de vino y unas 80 a 90.000 botellas fraccionadas.

Las cepas que más plantan son Malbec, Chardonnay, Pinot Noir, Merlot, Cabernet Franc y Sauvignon Blanc y, sobre sus prácticas vitivinícolas, indicó que trabajan con viñedos en alta densidad (5.500 plantas por hectárea) y una baja producción por hectárea: 7.500 kg. Tras la recorrida de rigor por las instalaciones, llegó fabuloso momento de la degustación.

Verum Sauvignon Blanc 2013. Es suave en nariz (ofrece toques a fruta blanca, lichi, frutas cítricas y algo herbáceo), mientras que en boca resulta amable, fresco y de buena acidez; en retronasal aparcen notas a lichi.

Verum Chardonnay 2013. El 10% de este vino tiene un paso por madera francesa y americana. En nariz se destacan sus notas a manteca y durazno, más suaves trazas a vainilla. En boca es fresco y ácido, con poca untuosidad; en retronasal vuelven a aparecer las notas lácteas.

Verum Single Vineyard Pinot Noir 2013. Se trata de un vino de maceración carbónica y con 5% de crianza en barrica. Obsequia a la nariz un bombazo de fruta roja fresca y suaves trazas a café. En boca es amable, fresco, algo dulzón y con un cuerpo importante; en retronasal reaparece con fuerza la fruta roja.

Verum Merlot 2013. Presenta una nariz muy interesante con notas a pimiento rojo, fruta roja fresca, especias y pimienta. En boca es suave, fresco, amable, con taninos presentes pero no molestos.

Verum Malbec 2012. Muy intenso en nariz, la fruta roja fresca predomina, aunque también se perciben toques especiados. Saluda la boca con un suave dulzor; es fresco, redondo, sedoso, con buen cuerpo; en retronasal vuelve a aparecer la fruta. 

Verum Merlot Reserva 2012. Si bien tiene nombre de “Merlot”, en este vino también hay 5% de Cabernet Franc y 8% de Malbec. Su nariz es elegante, con presencia de fruta roja y especias, más un interesante toque a cerezas en licor. Entra en boca con gran personalidad demostrando buen cuerpo; es fresco y redondo y obsequia un final largo y placentero.

Verum Merlot Cabernet Franc 2011. Ofrece una intensa nariz con mucho pimiento rojo, especias, pimienta y licor de casis. Entra en boca con delicado dulzor y buen cuerpo, se percibe una buena estructura y si final es largo.

Verum Malbec Reserva 2011. El último vino degustado de esta bodega resultó muy interesante. En nariz se aprecian notas a fruta roja cocida, uva y ciruela pasa, especias, pimienta, más toques lácteos y florales. Entra en boca con suave dulzor y buen cuerpo; es redondo, sedoso y algo picantito; ofrece un muy rico y largo final, con notas retronasales frutadas.

HUMBERTO CANALE. La siguiente parada de ese día, siempre en el Alto Valle del Río Negro,  fue en la Bodega Humberto Canale, que transita los caminos de la producción de vinos desde 1909.

Fuimos recibidos por don Guillermo Barzi, presidente de la empresa familiar que representa a la cuarta generación. También participaron del comité de bienvenida Juan Pablo Barzi, hijo de Guillermo, encargado del área de Producción y quinta generación involucrada en guiar los destinos de esta firma que, además de elaborar vinos, produce diversos tipos de rubros frutales. 

Aquí, antes de la degustación y el posterior almuerzo, don Guillermo realizó una pormenorizada presentación sobre la enorme implicancia económica de lo que fue la puesta en marcha del proyecto del Alto Valle del Río Negro, una monumental obra de ingeniería hidráulica que comenzó a inicios del siglo XX y que permitió irrigar artificialmente un enorme espacio desértico, transformando esa tierra yerma en 86.000 hectáreas cultivables.

Sobre la bodega, indicó que la misma tiene una capacidad de almacenaje de 3.200.000 litros de vino, de los cuales más de la mitad se guardan en cubas, toneles y barricas de roble francés (60%), americano (35%) y de Europa del Este (5%). Su producción anual supera actualmente la cifra de 1.200.000 botellas y toda su infraestructura está dirigida a la constante ampliación de su capacidad operativa.

Poseen 150 hectáreas propias de viñedos, donde cultivan Malbec, Merlot, Pinot Noir, Cabernet Franc, Petit Verdot, Sauvignon Blanc y Semillón. En menor medida también poseen Viognier y Riesling.

Para Barzi, el Merlot es la variedad que mejor se ha adaptado al suelo de esa parte de la Patagonia, y luego el Pinot Noir, aunque la Malbec es la reina en cantidad de producción.

Para rematar, aseguró que “la mejor promoción que nosotros podemos tener es la calidad de nuestra producción”, por lo que seguidamente nos invitó a la degustación.

Humberto Canale Old Vineyard Riesling 2013 (Finca La Morita). Elaborado con uvas provenientes de un viñedo plantado en 1937, el único que la bodega posee en parral. En nariz es muy agradable, con notas a fruta blanca, miel, pera y salitre. En boca es fresco, de buena acidez, untuoso y muy agradable en general, con notas retronasales a pera.

Humberto Canale Estate Pinot Noir 2012. Enamora por su color granate de capa baja e intensa nariz en la que sobresale la fruta roja fresca, con notas dulces a mermelada y frutos confitados, más un dejo a café. Entra en boca con suave dulzor; amable y de cuerpo leve, obsequia un final retronasal frutado. Para tomar y seguir tomando.

Humberto Canale Old Vineyard Pinot Noir 2012 (Finca La Isabel). Otro muy buen Pinot de la casa, que ofrece una nariz intensa, rica en notas a mermelada de frutos rojos, un suave toque especiado y un muy rico recuerdo de cerezas en licor. Entra en boca con suave dulzor, cuerpo leve y fresca acidez; es redondo y sedoso.

Humberto Canale Estate Merlot 2012. En nariz destacan aromas a mermelada de frutos rojos, más toques especiados. En boca se percibe con fresca acidez y buen cuerpo; su final es largo y en retronasal se perciben notas a pimiento rojo, más algo de chocolate y vainilla.

Humberto Canale Estate Malbec 2013. Aunque en principio se presenta algo cerrado en nariz, con el tiempo van apareciendo montones de mermelada de frutos rojos, más algunos toques especiados y balsámicos. En boca entra con dulzor y presenta buena acidez; es redondo, sedoso y muy agradable.

Humberto Canale Gran Reserva Merlot 2011. En nariz se presenta muy intenso, con ricas notas a fruta roja en compota, uva pasa, mermelada y pimiento rojo. Entra en boca con bríos, debido a su buen cuerpo y potente estructura; es fresco, redondo y obsequia un final largo y placentero. 

Humberto Canale Gran Reserva Malbec 2011. En su nariz, expresiva, atractiva y compleja, sobresale la fruta roja en compota, más uvas pasas, notas licorosas, un toque ahumado y algo de especias. En boca entra con elegancia y buen cuerpo; en su largo final destacan notas lácteas.

Tras la degustación vino el almuerzo, en el que se sirvió para el aperitivo el Humberto Canale Estate Sauvignon Blanc 2013, mientras que la carne, el plato principal, fue acompañada de un estupendo Humberto Canale Gran Reserva Cabernet Franc 2011.

CHACRA. Poco tiempo hubo para la digestión, ya que raudamente debimos partir hacia Chacra, pintoresca bodega que posee certificaciones de producción orgánica y biodinámica.

Fuimos recibidos por Marité Alanis, encargada de la bodega, quien explicó que la primera cosecha de esta joven casa de vinos se produjo en el año 2004. En ese mismo año, previamente, Piero Incisa della Rocchetta (nieto del fundador de Sassicaia y primo de la condesa Noemí Marone Cinzano, propietaria de Noemía entre otras importantes casas de vinos) adquirió los primeros viñedos de Pinot Noir que habían sido plantados en 1932. El mismo se encontraba semi abandonado, aunque con cuidados lograron recuperarlo.

Actualmente la firma posee un total de 20 hectáreas cultivadas, aunque la superficie va aumentando de modo progresivo. En total poseen 70 hectáreas. Y luego de visitar viñedos y la zona donde se guardan todos los implementos para el trabajo biodinámico, fuimos invitados a la sala de degustación para la cata pertinente.

Barda Pinot Noir 2012. Mucha fruta roja presente en nariz, así como algunos toques a mermelada. Entra en boca con leve dulzor y con fuerte acidez. Su final es medio a corto.

Chacra Pinot Noir Cincuenta y Cinco 2012. El número Cincuenta y Cinco que es parte del nombre hace referencia a año en que fue plantado el viñedo. Posee una nariz intensa, con ricas notas a mermelada de fruta roja, más suaves toques a especias. En boca es amable, fresco, de cuerpo leve y final medio a corto.

Chacra Pinot Noir Treinta y Dos 2011. El número Treinta y Dos que es parte del nombre hace referencia a año en que fue plantado el viñedo. Muy interesante en nariz, con notas a mermelada de frutos rojos, más delicados toques a clavo de olor, especias, pimienta y un interesante dejo ahumado. En boca es pura redondez, sedosidad y frescura, con buen cuerpo y un final glorioso, muy frutado.  

Mainqué Merlot 2011. Un vino muy interesante, que ofrece en nariz ricos aromas a mermelada, pimiento rojo, uvas pasas y un toque lácteo. En boca es redondo, sedoso y con taninos presentes; llena bien la boca y ofrece un placentero final.

NOEMÍA. El nombre de la condesa italiana Noemí Marone Cinzano es sinónimo de vino. Hasta no hace mucho tiempo atrás fue la propietaria de Tenuta di Argiano, bodega famosa por su Brunello di Montalcino. No obstante, tras desprenderse de esa joya sigue siendo la titular de Noemía, pequeña casa de vinos en Río Negro que ha logrado gran reconocimiento internacional gracias al trabajo del enólogo danés Hans Vinding-Diers, quien al mismo tiempo es socio de la visionaria noble.

Se trata de un sitio que es vecino y, por qué no, primo de Chacra. Por ello el traslado de una bodega a otra la realizamos ¡caminando!

Fuimos recibidos por Oscar Ferrari, quien contó que todo empezó cuando Hans visitó la Patagonia y se enamoró del Malbec. Fue así que en el año 2001 arranca con el proyecto, en sociedad con la condesa Marone Cinzano, con la firme idea de elaborar vinos de alta gama en los cuales la protagonista sea la cepa insignia argentina.

Luego, tras los excelentes resultados de una cata ciegas que el enólogo organizó entre sus amigos en Europa, Hans decide radicarse definitivamente en Argentina.

La bodega está ubicada a unos 50 kilómetros del lugar en el cual nosotros nos encontrábamos, una bella casita en el medio de las 5 hectáreas que la firma posee en un paraje del Alto Valle conocido como Valle Azul. El viñedo que enamoró a Hans fue plantado en pie franco en el año 1932, y de ellas se elabora el famoso Noemía.

Otro vino de elaborado por esta casa es J. Alberto, elaborado con uvas que provienen de otro campo de 4 hectáreas en el cual se posee el 95% de Malbec y el 5% restante, Merlot.

En total, Noemía posee 11 hectáreas propias de viñedos que son cultivados orgánica y biodinámicamente, y son certificados por Argencer y Demeter. Ninguno de los vinos que elabora esta bodega es filtrado ni posee sulfitos.

En degustación, catamos las siguientes etiquetas.

A Lisa 2013. Corte de 90% Malbec y 10% Merlot. El nombre de este vino es un homenaje a la abuela de Hans Vinding-Diers. En nariz es muy interesante y complejo, con notas a frutos rojos, frambuesa, mermelada, especias, pimienta y algunos toques terrosos. Entra en boca con excelentes acidez y frescura y posee un buen cuerpo; obsequia un muy buen final con toques retronanasales balsámicos.

A Lisa 2012. Corte de 90% Malbec, 9% Merlot y 1% Petit Verdot. EN nariz es muy similar al predecesor, aunque aparece la frambuesa con más fuerza, además de notas minerales. En boca resulta igual de fresco que el 2013,aunque con más estructura y un final no tan largo.

J. Alberto 2013. Corte de 95% Malbec y 5% Merlot. Muy interesante y complejo en nariz, con presencia de aromas de cerezas en licor, mermelada, especias y pimienta. Entra en boca con suave dulzor y la llena inmediatamente; es picantito, redondo y de buena estructura; si final es largo y agradable.

Noemía 2012. En pocas palabras, un gran vino. En nariz es complejo y agradable, con notas a mermelada, cerezas en licor, especias, pimienta, balsámicas, más un agradable toque ahumado. Entra en boca con personalidad y se percibe con gran cuerpo y estructura; obsequia un toque dulce y un final bien largo y persistente; en retronasal aparecen notas a vainilla y chocolate.

Al final la visita, con la satisfacción del deber cumplido retornamos al hotel para una ducha, cambiarnos y salir a cenar al restaurante La Toscana, el más afamado de la ciudad de Neuquén. Con la panza llena y el corazón contento nos retiramos a descansar, pues el día siguiente sería más intenso aún.

NEUQUÉN. A primera hora, luego del desayuno, el transporte puntualmente pasó por nosotros para dirigirnos hacia la Bodega Patritti, ubicada en el cada vez más renombrado terroir neuquino de San Patricio del Chañar, ubicado unos 50 kilómetros al norte de la capital provincial.

Como era sábado, la actividad en la bodega era prácticamente nula. 

Nos aguardaba Nicolás Navío, joven enólogo de esta casa de vinos, quien nos acompañó primeramente a recorrer las instalaciones. Explicó que Patritti se trata de una empresa joven, ya que las primeras viñas se plantaron recién en el año 2003 y, en 2008, se realizó la primera cosecha. De hecho, al momento de nuestra visita, estaban culminándose algunos trabajos en la infraestructura de la bodega, específicamente en las áreas de ingreso y recepción al edificio.

Nicolás comentó que poseen 100 hectáreas plantadas con vides de Torontés, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Cabernet Franc y Merlot. Por otro lado, la empresa posee 20 hectáreas con cultivos de cerezas.

Producen 1 millón de litros de vino al año, aunque la capacidad es llegar a 1 millón y medio. Cerca del 25% de esa producción es embotellada con marca propia y el resto es vendido a terceros. No obstante, el enólogo explicó que la intención es desarrollar nuevas marcas y líneas para seguir creciendo. Como asesor enológico cuentan con el talento de Mariano Di Paola. 

La bodega se divide en tres naves: blancos, tintos y espumantes. Un detalle es que la estructura fue construida sobre una colina, a fin de aprovechar ese desnivel natural y trabajar con la gravedad.

Y claro, la degustación no se hizo esperar.

Lassia Pinot Noir 2011. De nariz intensa, ofrece mucha fruta roja, con claros toques a cereza y mermelada. Entra en boca con una nota dulzona y buen frescor; con cuerpo medio, resulta sedoso y obsequia un final con notas retronasales frutadas.

Lassia Malbec 2011. Muy frutado en nariz, resulta agradable descubrirle matices especiados y balsámicos. En boca amigable, de cuerpo medio, redondo.

Lassia Cabernet Sauvignon Malbec 2011. Se trata de un blend compuesto por 60% Cabernet y 40% Malbec. Su nariz es intensa y muy frutada, con notas a ciruela, mermelada y un toque especiado. De buena acidez y frescura, en boca resulta redondo y sedoso; en retronasal aparecen notas a pimiento rojo.

Primogénito Pinot Noir 2010. Su nariz, compleja, obsequia notas a mermelada, caramelo de leche y suaves trazas a chocolate y especias. Entra en boca amablemente; es sedoso, redondo y de buena acidez.

Primogénito Pinot Noir 2011. My frutado en nariz, ofrece también algunos toques especiados y y a café. En boca resulta fresco, picantito, con un final algo corto, aunque muy rico.

Primogénito Merlot 2011. En nariz se aprecian notas a fruta roja, algo de pimiento rojo y un toque mineral. En boca presenta buena acidez, más un punto especiado.

Primogénito Malbec 2009. Elegante en nariz, se aprecian notas a fruta roja madura, algo cárnico, especias y un punto floral. En boca es fresco, picantito, de buena estructura.

Primogénito Cabernet Sauvignon 2009. Muy rica nariz en la que sobresalen las notas a pimiento rojo, pimienta, hierbas y mentol. En boca es picantito, sedoso, redondo, con buen cuerpo y un rico final.

Primogénito Blend 2011. Se trata de un vino compuesto por 40% de Cabernet Sauvignon, 40% de Malbec, 15% de merlot y 5% de Petit Verdot, que es criado 16 meses en barricas. En nariz es complejo y muy interesante, con notas a fruta negra, pimienta, pimiento rojo, especias y tabaco. Saluda la boca con dulzor, buen cuerpo y estructura; es picantito y ofrece un final largo con notas retronasales herbáceas.

Hubo poco tiempo para las despedidas, ya que otra bodega nos esperaba, más el almuerzo.

FAMILIA SCHROEDER. Fue muy linda esta etapa. Aquí, como si fuera posible lograr mejores atenciones por parte de los distintos anfitriones, Carolina Peter y Leonardo Puppato nos atendieron a cuerpo de rey.

Carolina tomó la palabra y, mientras recorríamos las instalaciones, nos explicó que el proyecto de bodega se inició en el año 2001. Actualmente, la casa cuenta con 140 hectáreas plantadas con las variedades Malbec, Pinot Noir, Merlot, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés. Además, posee una moderna infraestructura montada en la ladera de la meseta patagónica, que les permite trabajar con gravedad y evitar los bombeos en bodega. Al mismo tiempo, el restaurante a cargo del chef Sebastián Grimaldi es referencia gastronómica obligada en la zona (de hecho, almorzamos en ese hermoso sitio) y cuentan con 9 líneas de vinos.

Un párrafo aparte se merece el fósil de dinosaurio hallado en el lugar donde estaban realizando las excavaciones para los cimientos de la bodega. El mismo es exhibido como parte del atractivo turístico e, incluso, 3 de las líneas de Familia Schroeder llevan el nombre de “Saurus”.

Y rápidamente pasamos a la sala de degustación para “castigarnos” catando 22 vinos.

Saurus Sauvignon Blanc 2013. De nariz intensa con notas cítricas y láteas, en boca es vivaz, frutal, fresco y de buena acidez.

Saurus Select Sauvignon Blanc 2013. Muy interesante nariz con aromas cítricos, durazno, toques herbáceos y lichi. En boca resulta fresco y suave; en retronasal surgen notas herbáceas y a espárragos.

Saurus Chardonnay 2013. Seductora nariz en la que se perciben notas cítricas, florales y a frutas tropicales, más una suave nota a vainilla. En boca es fresco, frutado y equilibrado.

Saurus Select Chardonnay 2013. En su compleja nariz surgen delicadas notas cítricas, fruta tropical (maracujá) y algunos toques minerales y a vainilla. En boca es fresco, frutado y de final largo.

Saurus Pinot Noir 2012. En su nariz frutada y floral, surgen además intrigantes toques a setas, más un toque de vainilla. En boca es redondo, frutal, dulzón y de cuerpo medio. Muy rico.

Saurus Select Pinot Noir 2012. Presenta interesante notas florales (destacan rosas y violetas), más ricos toques a fruta roja roja fresca y trazas a vainilla y chocolate. En boca se destaca por su cuerpo medio, suave dulzor, redondez y retronasal frutada. 

Saurus Barrel Fermented Pinot Noir 2012. En su nariz, suave y agradable, aparecen bien claras las notas a fruta roja fresca (especialmente frambuesa y frutilla), más vainilla y chocolate. En boca es dulzón y muy frutado.

Saurus Merlot 2012. Presenta una nariz compleja e interesante, en la que se perciben notas de fruta roja, aís, especias, pimiento rojo y un suave dejo a vainilla. En boca ese fresco, agradable y muy frutado.

Saurus Select Merlot 2012. Otro vino de nariz muy interesante, con presencia de fruta roja fresca, especias, toques balsámicos, más vainilla y café. En boca se percibe una importante estructura tánica y rica acidez; su final es largo y persistente.

Saurus Malbec 2012. Muy rica nariz con notas a fruta roja fresca, cereza, toques florales y un suave dejo a caramelo. En boca es agradable, fresco y frutal.

Saurus Select Malbec 2012. De nariz compleja e interesante, sobresalen aromas a fruta roja madura, más especias, pimienta, vainilla y café. Entra en boca con rico dulzor; es equilibrado y de final largo.

Saurus Barrel Fermented Malbec 2012. De nariz rica y elegante, sobresalen notas a fruta roja fresca, más vainilla y cacao. En boca es frutado, dulzón y de buena acidez, con retronasal especiada.

Saurus Cabernet Sauvignon 2012. En nariz sobresalen notas a fruta roja, especias, pimienta y pimiento rojo, más agradables toques a vainilla y café. En boca es fresco y de buena estructura; en retronasal sobresalen toques especiados.

Familia Schroreder Pinot Noir Malbec 2010. Muy rica nariz con presencia de fruta roja madura, cerezas en licor y especias, más suaves notas a chocolate. Entra bien en boca; es redondo y amigable.

Familia Schroreder Pinot Noir 2007. Posee una muy buena nariz, en la que sobresalen notas a fruta roja en compota, suaves dejos especiados y un seductor toque floral. En boca es una seda, con buena entrada, cierto dulzor y final largo y muy placentero.

Familia Schroreder Malbec 2010. El mejor de la cata, por lejos. Un vino que enamora desde todo punto de vista. Excelente y compleja nariz en la que se combinan notas a fruta roja madura, uva pasa, especias, pimienta, toques florales, chocolate y caramelo de café. Entra muy bien en boca, saludándola con personalidad, dulzor y frescura; redondo y sedoso; muy rico final.

Rosa de los Vientos Pinot Noir Rosé Nature. Este espumante fue elaborado mediante el método Charmat íntegramente con la cepa indicada. A la vista destacan sus burbujas muy intensas, en nariz es vivaz y frutal, mientras que en boca es fresco, de buen volumen y final frutado.

Saurus Extra Brut. Este espumante fue elaborado mediante el método Charmat y está compuesto por 60% de Chardonnay y 40% de Pinot Noir. Sus burbujas son muy persistentes y finas, mientras que en nariz se destacan sus muy delicadas notas a pan tostado, toques frutales y un dejo a miel. En boca es fresco, de buen volumen y obsequia un largo final.

Deseado. Este espumante fue elaborado mediante el método Charmat y está compuesto íntegramente de Torrontés. Enamora por su nariz muy frutada, en la que claramente destacan sus notas a mango y suaves dejos cítricos. En boca es dulce y frutado.

Schroeder Brut Nature. Este espumante fue elaborado mediante el método Charmat y está compuesto por 60% de Chardonnay y 40% de Pinot Noir. De burbujas persistentes, en nariz destacan sus notas frutales, florales, masa de pan y un leve toque lácteo. En boca es muy fresco, vivaz y de largo final.

Deseado Rosé. Este espumante fue elaborado mediante el método Charmat y está compuesto por 90% de Torrontés y 10% de Malbec. De burbujas muy finas, en nariz se aprecian notas a fruta roja, membrillo y toques florales, mientras que en boca resulta dulce, fresco y de buen volumen.

Saurus Pinot Noir Tardío. En nariz es mineral, meloso, con toques a fruta roja muy madura, uva y ciruela pasa, licoroso. En boca es dulce, untuoso y fresco.

Luego de tan extensa degustación, rápidamente pasamos al restaurante para después salir hacia una nueva bodega ubicada en el terroir neuquino de San Patricio del Chañar. El nombre del establecimiento es Valle Perdido, una casa de vinos que centra su producción en la realización de productos adaptados a los gustos de mercados específicos. Degustamos 14 vinos, de los cuales 4 resultaron agradables (3 blancos y 1 rosado). Los 8 tintos restantes no estuvieron a la altura del nivel de la gira, y no tiene sentido describirlos.

Esa misma tarde retornamos al hotel, hicimos las maletas y raudamente partimos hacia la terminal de ómnibus para dirigirnos hacia la ciudad de Mendoza. Ese tramo de la aventura, que duró una semana, será descripto en al menos dos artículos debido a la enorme cantidad de información recabada y vinos degustados.

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Artículos anteriores de la serie:
- A Salta, Neuquén y Mendoza, de la mano de WOFA
- Grades vinos de Argentina, premiados en los AWA 2014
- Primeras conclusiones tras 16 días vineros en Argentina
- Colomé, una bodega con más de 180 años de historia
- Furioso recorrido por Cafayate, en apenas un día