Ya cocinó para estrellas internacionales del espectáculo que estuvieron de paso por el país (vale recordar las visitas de los Scorpions). Lo hace de modo recurrente para importantes personajes de la política y la diplomacia. Y ahora, nuestro Fernando Ahlers, chef y propietario del restaurante San Pietro, volvió a dar la nota en la Navidad pasada.

En diciembre último, este inquieto visionario autóctono de la cocina viajó a Alemania, más precisamente al principado de Wütemberg, para cocinar varias de las delicias que el duque Karl y la princesa Diana de Orleáns degustaron durante los banquetes que sirvieron a sus invitados.

Hace unos años atrás, la madre de Fernando, la famosa estilista Rommy de Ahlers, comenzó a trabajar en una fundación junto a su familia. Era, precisamente, la organización de la princisa Diana de Wütemberg, “que en Paraguay principalmente brinda ayuda comunitaria, trabajando en las cárceles y creando una marca textil que se llamaba ‘Mua’ y también dando clases de peluquería”, explica el cocinero, quien al mismo tiempo comienza a desarrollar “una especie de escuela de cocina en Tacumbú”.

Tras ese inicio, Rommy afianza un nexo fuerte con la fundación. Y luego inevitablemente llegó la invitación para cruzar el océano, ir hacia esa histórica zona germana y cocinar para la pareja real.

“¿Lo que más me gustó de la experiencia? Tuve que hacer trabajos utilizando recetas bien precisas, cocinar distintos tipos de carnes, pero lo que más me gustó fue cocinar las típicas galletas de Navidad. Todo era muy estricto: tenían que ser todas iguales, medir exactamente determinada cantidad de milímetros. Fue apasionante”, destaca el chef y propietario de San Pietro.

Y eso no es todo, ya que en julio próximo Fernando viajará a Palma de Mallorca para quedarse durante tres meses como cocinero residente en el castillo de verano que estos nobles europeos poseen en ese célebre municipio de las Islas Baleares españolas.

¡Le deseamos desde aquí el mayor de los éxitos!



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