Por Alejandro Sciscioli

Una de las actividades que más recuerdo de todas las recorridas por bodegas que realizamos en febrero del 2014, con motivo de de la gira de los Argentina Wine Awards que me permitió conocer decenas de casas de vinos en el vecino país, fue la visita a la Bodega Benegas. Primero, por el maravilloso trabajo de restauración que se realizó en las centenarias instalaciones para hacerlas funcionales aún hoy. Después, por los muy buenos vinos que me tocó degustar y, finalmente, porque tuve el honor de conocer a don Federico Benegas Lynch, principal directivo de una firma familiar que está totalmente relacionada con el vino, cuya historia vale la pena ser contada.

En ese ya lejano febrero, incluso, me senté durante la cena al lado de don Federico, un personaje realmente sabroso que muy recientemente nos visitó debido a que los vinos que su bodega elabora, finalmente, llegan oficialmente al país de la mano de la importadora Frutos de los Andes.

Y como corresponde, nos sentamos a conversar con el bodeguero para sacarle el jugo y conocer de primera mano historia y anécdotas. El escenario del encuentro fue el salón que el hotel Villa Morra Suites estrenó recientemente y, café de por medio, me apresté a conocer todo acerca de Bodega Benegas. 



MÁS DE 100 AÑOS DE HISTORIA. Don Federico comenzó explicando que, allá por 1883, su bisabuelo, don Tiburcio Benegas, fundó la bodega "El Trapiche". Frente a la crisis económica que atravesaba la provincia de Mendoza, que era productora de alfalfa y de trigo, don Tiburcio tenía la visión de que Mendoza debía ser un gran productor de vinos finos a nivel mundial. Y no solo se enfoca en su proyecto: alienta además a que otros productores incorporen nuevas técnicas y planten variedades finas repartiendo las estacas que había traído de Francia a todo aquel que quisiera plantar vides.

A principios de la década de 1970, al estar la industria vitivinícola argentina inmersa en una gran crisis, los accionistas que controlaban la compañía familiar Benegas Hnos. deciden la disolución de “El Trapiche” y se venden todos los activos por separado: marcas, viñedos, se demuele la bodega y se vende loteada la propiedad.

“Mi papá siguió ligado a temas vitivinícolas y yo era el único de los 6 hermanos que lo ayudaba”, explica el Bodeguero, quien se crió acompañando a su padre en la elaboración de vinos en El Trapiche

Tras la disolución de la empresa, Federico se va a vivir a Buenos Aires. Pero su pasión por Mendoza y por el vino hizo que regresara en busca de recuperar el legado familiar. Así es como en 1999 tiene la oportunidad de comprar Finca Libertad, un antiguo viñedo plantado por su bisabuelo, y que resulta la base del proyecto para volver a producir vinos de excelencia, los vinos Benegas.

“Dos años más tarde adquirí una antigua bodega ubicada en Luján de Cuyo, la que fue restaurada completamente siguiendo la arquitectura del siglo XIX, manteniendo su diseño original y las paredes de adobe”, prosigue, y señala que en ese proceso de modernización se incorporó la más moderna tecnología. 

“Fui el primero de los seis hermanos que volvió a Mendoza, 25 años después. Fue muy impresionante  para mí volver a entrar a la bodega, sentir el olor a vino… Reencontrar los lugares… Por supuesto que no era la misma bodega ni mucho menos, pero era la remembranza de los aromas, de todo lo que uno había vivido de chico con los juegos prohibidos de meterse adentro de la bodega”, explica emocionado.

Un detalle que destacó don Federico durante la charla es que Benegas fue la única de las familias bodegueras tradicionales de Mendoza que no vendieron el derecho a la utilización comercial del apellido: “Rutini, Escorihuela, Balbo, entre otras, vendieron el nombre. Entonces, mi mamá me regala la marca  Benegas, y dije: ‘bueno, cartón completo’, con estos viñedos y ésta marca empezaré a hacer vino”.



LA PRIMERA COSECHA. Y fue así que en el año 2000 se realiza la primera cosecha que se comercializa bajo el nombre de Bodega Benegas, recuerda, y destaca que el edificio donde funciona Benegas es una de las pocas reliquias de la antigua Mendoza, construido en 1901 por quien fue gobernador de Mendoza, don Agustín Álvarez.

Actualmente, el enólogo a cargo de la elaboración de los vinos que llevan el apellido familiar es el propio Federico Benegas. “Yo me encargo de definir cuándo se levanta la uva, cómo se mueve el vino en las piletas, cuándo se descuba, cómo se hacen los cortes… En fin, todos los detalles”, precisa, y recuerda que trabajó 10 años con el asesoramiento técnico del flying wine maker francés Michel Rolland.

“El hecho de tener un jefe enológico fue algo que nunca pasó en Benegas. Usualmente, los bodegueros de Argentina tomaron un enólogo y le dijeron ‘hacé el vino’. En mi casa, de los hijos de Don Tiburcio, uno se ocupo de los vinos y los viñedos, siempre. Después de eso se ocupo mi padre. Yo seguí el mismo criterio. Usualmente el dueño de la bodega es el capitalista, o el que vende. En mi caso me metí mucho en esto, cosa que no es bien visto por los enólogos de Mendoza. Mientras los bodegueros me miran como bicho raro”, destaca entre risas.



INSTALACIONES. En el área de elaboración, Bodega Benegas cuenta con 80 piletas de cemento de entre 2.000 y 20.000 litros. La capacidad total es de 800.000 litros. La cava es subterránea y tiene 8 metros de profundidad con paredes de piedra. La humedad se mantiene entre 60 y 70%, mientras que la temperatura varía lentamente de 13º C en invierno a 17ºC en verano de manera natural.

La capacidad de estiba de barricas de 225 L. es de 1.200 unidades, siempre de roble francés. Asimismo, las antiguas piletas de cemento subterráneas fueron remodeladas y son hoy el espacio que la casa utiliza para estibar 120.000 botellas.

LÍNEAS. Bodega Benegas posee actualmente tres líneas de vinos: Estirpe, Estate y Benegas Lynch, que significan un total de 13 etiquetas. Lo bueno es que todas son importadas localmente por Frutos de los Andes.

La línea Estirpe está compuesta por el rosado de Cabernet Franc Carmela Benegas, Clara Benegas Chardonnay, Juan Benegas Malbec y Luna Benegas Cabernet Sauvignon.

A la línea Estate la conforman Don Tiburcio (un blend 50% Malbec, 20% Cabernet Franc, 20% Cabernet Sauvignon, 5% Petit Verdot y 5% Merlot), Benegas Malbec, Benegas Cabernet Sauvignon, Benegas Syrah, Benegas Sangiovese y Finca Libertad (blend de 34% Cabernet Sauvignon, 33% Cabernet Franc y 33% Merlot).

Finalmente, las etiquetas de línea de íconos Benegas Lynch es compuesta por Benegas Lynch Malbec, Benegas Lynch Cabernet Franc y Benegas Lynch Blend (50% Cabernet Franc, 30% Cabernet Sauvignon, 15% Merlot y 5% Petit Verdot).



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(N. de la R.) El presente artículo fue publicado en la edición de diciembre de la revista HC Gourmet.

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