Por Luis Fioretti

Una reserva, un hotel a pleno confort, un espacio científico, una experiencia  de aventura y más, todo en equilibrio con la naturaleza conservada en medio de la selva de Misiones, Argentina. Suena bien, y lo mejor es que existe y se puede disfrutar.

Hablamos de “Yacutinga Lodge”, un hotel pensado para dar al turista una experiencia real de la naturaleza. Sí, real, porque a diferencia del estilo de turismo donde la “experiencia” es fruto del montaje de principio a fin, teniendo así el turista un producto, quien visita Yacutinga participa de un entorno inalterado por los planes turísticos. El visitante solo participa de la realidad vivida en la mayor reserva natural selvática de Argentina, en pleno Parque Nacional Iguazú, ubicado sobre la ribera del río homónimo, que a solo 60 Km da vida a las famosas cataratas.

Con 15 años de funcionamiento, su historia nace a mediados de la década de 1990, cuando Carlos Sandoval, un argentino residente en Paraguay, tiene la idea en una reunión de amigos en Asunción. Oriundo de la ciudad de Bariloche, su amor a la selva surgió en Paraguay, lo que llevó a Carlos, una vez de regreso a la Argentina, a darle forma a Yacutinga, eligiendo la selva misionera. El hotel se inauguró el 1 de enero de 2000, arrancando el nuevo milenio y junto a sus dos primeros huéspedes.