Este mes, Laura Sotelo, la sommelier de las bodegas Familia Zuccardi y Santa Julia, visitó nuevamente el país tras detectarse que en Paraguay se requiere en gran medida de capacitación para camareros y profesionales del ámbito gastronómico.

Así, la experta pisó nuevamente tierra guaraní para llevar adelante una serie de cursos de vinos con los productos de la marca con la que trabaja, dirigidos específicamente a los profesionales del servicio. “Algo verdaderamente intensivo, a ser desarrollado durante tres jornadas”, nos explicó Laura antes de iniciar las clases.

El enfoque de la capacitación se orientó “hacia cuestiones bien prácticas, que el camarero después pueda utilizar en su trabajo diario: servicio, maridaje, cuándo es mejor recomendar determinados vinos, entre otros aspectos”, indicó.

Fueron alcanzados nada menos que 60 camareros de distintos restaurantes “y  la verdad que la convocatoria fue buena”, reconoció la experta.

LA CLAVE. Para Laura, “la clave, y eso es lo que transmito en los cursos, es conocer con qué productos se está trabajando. Y también leer un poco al tipo de comensal que tenemos sentado a la mesa. Un buen servicio y un buen camarero es aquel que puede conseguir que el cliente se vaya contento”.

No obstante, Laura se siente muy tranquila con respecto a la cartera de productos que posee con Zuccardi y Santa Julia. “Trabajo hace 10 años en la empresa y una característica que se mantuvo a lo largo del tiempo es el cuidado por lograr vinos con gran relación entre precio y calidad en todas las líneas. Hasta el vino más caro dentro de la competencia del mercado mantiene esa constante. Y me parece que es importante que el consumidor perciba que por lo que está pagando se está llevando lo mejor dentro de ese segmento”, destaca.

NOVEDAD. Como novedad de mercado indicó que hay una nueva línea que se encuentra entre las líneas Zuccardi Q y Zuccardi Z, “que es un blend del valle de Uco, que se llama Abrazo de Los Andes. Está elaborado con Malbec, Cabernet Sauvignon, Syrah y Bonarda. Es interesante porque se trata de un corte con variedades que no es usual juntarlas”, asegura. Esta nueva línea lleva la firma del enólogo Rubén Ruffo.

Finalmente, se refirió sobre la cosecha 2014. “Terminamos, los primeros días de mayo. Fue un año raro, de mucha lluvia, así que esperamos un perfil interesante en los vinos, pero quizás más vegetal, más floral. Recuerdo que un día fui a la noche a la bodega y nos decía el ingeniero agrónomo que había llovido en esa noche lo que llueve en 6 meses… Repito, fue un año raro, pero igual creo que tendremos vinos muy interesantes. La cosecha terminó un poquito antes por eso, por la cantidad de lluvia y el frío.