Por Alejandro Sciscioli

El inicio de febrero me encontró con la necesidad de concretar una reunión de negocios. Cuando llegó el momento de definir lugar y horario, sin dudar propuse que sea un after office en The Wine Bar & Co. Mi idea desde el principio fue llegar con tiempo de sobra para poder leer noticias vineras del día y, de paso, relajarme bebiendo una buena copa de tinto.

Fue así que pude enterarme sin distracciones sobre los grandes estragos que una serie de enormes incendios estaban causando en los campos de Chile. Las novedades, terribles, indicaban que las llamas alcanzaron a muchísimas hectáreas de viñedos, especialmente en el Valle del Maule, ubicado vitivinícolamente hablando en la Región Central del país, al sur de los valles de Colchagua y Curicó.

Pero antes de conectarme a la tablet elegí del dispenser un vino que había disfrutado solamente una vez, durante la Expo Vino 2016, a modo de adelanto, y que ahora se comercializa en el país. Cuando finalmente, copa en mano, comencé a leer me di cuenta de la “casualidad”: ese vino es elaborado con uvas de viñas cultivadas en la DO Valle del Maule.

Personalmente pienso que las coincidencias no existen. Por eso creo que la situación más bien se trató de acto subconsciente con el cual brindar un homenaje a una zona que en ese momento la estaba pasando mal y que seguramente tardará muchísimo en reponerse del golpe.

¿Qué había en copa? Noche de Luna 2014, un blend 40% Cabernet Sauvignon, 30% Carmenere, 20% Malbec y 10% Cabernet Franc elaborado por la bodega Leyendas de Familia, que pertenece ak grupo Casa Donoso.

Me gustó su color rojo rubí de profundidad media, muy brillante. En nariz disfruté mucho sus aromas a fruta roja fresca, especias, con recuerdos lácteos y a eucalipto, más un dejo floral y leves notas a madera. En boca lo percibí seco, de acidez alta (muy fresco y jugoso), con taninos altos pero equilibrados, buen cuerpo y volumen y aromas retronasales frutado, con final largo y muy jugoso.

Sin dudas un vino que volverá a estar en mi copa muchas veces más.

Al terminar la copa llegó la persona con quien debía reunirme, y por ello decidí volver a tomar el mismo vino e invitar a mi amigo a que lo pruebe. Fue como una manera de decir, ¡salud, hermanos chilenos, desde lejos estamos con ustedes haciendo fuerza para que todo mejore!

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