Por Daniel Fassardi
Si hay una cepa que encarna majestuosidad, longevidad y audacia en cada sorbo, esa es Cabernet Sauvignon. Cada año, el calendario enológico marca su día de tributo: el último jueves de agosto, que en este 2025 recayó en este jueves 28 de agosto. Esta fecha, instaurada alrededor del 2010 por Rick Bakas, enólogo visionario de California, tiene el propósito de rendir homenaje a un varietal que ha logrado conquistar el mundo botella en mano.
Los orígenes del Cabernet Sauvignon están teñidos de casualidad vitivinícola: un cruce espontáneo entre Cabernet Franc y Sauvignon Blanc en el siglo XVII en Burdeos dio vida al que muchos consideran el “rey de los tintos”. Su piel gruesa, resistencia a enfermedades y capacidad de madurar lentamente la convirtieron en una hija predilecta tanto de la viticultura del Viejo Mundo como del Nuevo Mundo.
El Día Internacional de la Cabernet Sauvignon no es una celebración aislada, es más bien una invitación a redescubrir su recorrido y versatilidad, ya sea en un vino joven de consumo inmediato o en un ejemplar de guarda que evolucionó en silencio durante años. En términos enológicos, lo que comenzó como una estrategia de marketing en 2010 terminó consolidándose como una una tradición global.
ESPÍRITU. La Cabernet Sauvignon despliega su porte en vinos estructuradas y profundas. En climas frescos, se reconocen aromas a pimiento verde, cedro y menta. En condiciones más templadas, emergen notas de grosella negra y oliva; en regiones más cálidas, el carácter se adorna con matices mermeladas y especias, fundamentalmente la pimienta negra.
¿Dónde se dan los mejores Cabernet? El cultivo de esta variedad nacida en Francia se ha ido extendiendo hacia numerosas regiones vinícolas de renombre, como los viñedos de Napa Valley en California.
También encontró un hogar entre las vides de Argentina, en regiones de la provincia de Mendoza. Además, Coonawarra y Margaret River en Australia y el Valle del Maipo en Chile (en especial Puente Alto) son otras de las regiones conocidas por su producción de Cabernet Sauvignon de destacada calidad.
Sin embargo, los ensamblajes basados en Cabernet del Médoc, en la “orilla derecha” de Burdeos, se encuentran sin dudas entre los más deseados y cotizados del mundo.
Los amantes de esta variedad aprecian su potencial de envejecimiento, ya que tiende a mejorar con el tiempo. Evoluciona muy bien en la botella, desarrollando complejidad y suavidad a medida que madura. Sí. Esta es una de sus cualidades más sobresalientes y su capacidad para madurar con gracia puede ofrecer experiencias inigualables años después de la cosecha.
A continuación, algunas sugerencias de descorche.
CORDILLERA
Este vino, elaborado por Viña Miguel Torres Chile, se produce a partir de uvas meticulosamente escogidas de viñedos que se hallan en Maipo Andes. Son fermentadas en tanques de acero inoxidable y posteriormente se realiza una crianza de 18 meses en barricas de roble francés y fudres alemanes. Su sabor es suave y equilibrado, con matices de frutas rojas y especias. Su elegancia lo convierte en una excelente elección para regalos o para disfrutar en momentos especiales.
MONTES ALPHA
Una de sus claves es el envejecimiento por 12 meses en barricas francesas de roble y las uvas cultivadas en el Valle de Colchagua, Chile. Con su profundo color rubí, despierta sensaciones de frutas rojas, grosellas negras, notas de chocolate y la elegante influencia de la madera de roble. Su complejidad en boca es notable, mostrando un cuerpo completo y armonioso en el paladar medio, con una persistencia duradera y un final extraordinario. Ideal para disfrutarlo de inmediato, pero también se le reconoce como una excelente opción para envejecer.
MONTEAGRELO
A la vista se presenta con un rojo intenso y tonalidades púrpuras características de la variedad. Tiene crianza de 15 meses en barricas de roble francés y americano. Este vino proveniente de Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina, revela en nariz, un equilibrio perfecto entre la fruta y la madera, con notas muy pimentosas y especiadas. En boca, posee un cuerpo muy bien desarrollado, es carnoso y culmina con un final de boca balanceado. En general, se percibe una armonía completa en este vino que carece de aristas, mostrándose maduro y totalmente armónico. Es elaborado por Bodega Bressia.
SAINT FELICIEN
Otro vino que nunca falla. En él, se despliegan aromas que evocan frutas rojas maduras, como cerezas y ciruelas, entrelazadas con notas especiadas de pimienta negra y matices de eucalipto. En el paladar se manifiesta como un vino de complejidad notable, con una estructura sólida y un cuerpo bien desarrollado, enriquecido por taninos maduros y aterciopelados. La presencia de tostados y vainilla destacan al final de boca. Elabora Bodega Catena Zapata.
LAPOSTOLLE GRAND SELECTION
Elegante y expresivo, con notas de fruta maduras y especiadas, como grosellas y bayas. Al paladar es aterciopelado, con taninos redondos y persistentes. Destaca también cereza fresca junto con un ligero sabor a tostado y un persistente final. Este vino posee un color rojo intenso con sombras brillantes de color púrpura. Sin dudas es un vino único y fiel a su origen. Elabora esta etiqueta Viña Lapostolle, a partir de uvas cultivadas en el Valle de Colchagua, Chile.
LUIS FELIPE EDWARDS GRAN RESERVA
Este es un vino que destaca por su tonalidad roja profunda y penetrante. En cuanto a su aroma, se manifiesta con fuerza, exhibiendo marcados matices de frutas rojas como cereza madura y fresa, complementados por sutiles destellos de chocolate negro. Además, se aprecian notas dulces y ahumadas, resultado del proceso de envejecimiento en barricas de roble por 12 meses. Sus taninos son redondos y maduros. Elabora esta etiqueta Viña Luis Felipe Edwards, a partir de uvas cultivadas en el Valle de Colchagua, Chile.
VENTISQUERO GREY
Cada botella de Grey es el resultado más puro del terroir, el Valle de Colchagua, Chile, siendo un tributo a su lugar de procedencia. Estas uvas son cosechadas de forma manual y seleccionadas minuciosamente para garantizar su gran calidad. Brinda al catador la oportunidad de disfrutar de matices sutiles que evocan el chocolate, el tabaco y la pimienta negra, todo ello enmarcado por la elegante influencia del roble francés (18 meses de crianza), que aporta un prolongado y suave final en boca.