Por Alejandro Sciscioli

Los calores han llegado con todo y parecería que este verano nuestro que suele comenzar en octubre ya no nos dará tregua hasta mayo o junio próximo, como habitualmente ocurre.

Por ese motivo, comencé a bucear en el archivo buscando algún blanco interesante que pueda ser bebido bien fresco. Un ejemplar que pueda ser descorchado y bebido con el doble propósito de refrescar el paladar y alegrar el espíritu.

La búsqueda me llevó un buen rato, ya que en el archivo hay muchas y muy buenas opciones. La decisión, finalmente, tuvo que ser arbitraria, ya que son muchas las etiquetas que debería destacar en este texto. Fue así que “a dedo” decidí que el indicado sería el Sauvignon Blanc Serie Riberas de Concha y Toro, un vino que he tenido la suerte de degustar en muchas ocasiones.

Haciendo memoria, la última vez que estuvo en mi copa fue durante la cena de estreno oficial del nuevo bistró Un Lugar Diferente. Y ahora, aprovechando que un gran amigo chileno estaría de visita en casa, la oportunidad se presentaba como óptima para una reincidencia.

Usualmente gusto de hacerle la contra a este hermano que la vida puso en mi camino. Tan vinero como quien escribe estas líneas, al amigo en cuestión siempre le hago probar vinos argentinos, uruguayos o, incluso, algo de Europa, porque su corazoncito patriota le “estira”, y si fuera por él solo tendría a Chile en su copa.

Lo habitual es que él termine admitiendo la gran calidad de lo que le hago degustar. Pero en esta oportunidad quería que el agasajo fuera doble: un vino que de antemano sabía que le gustaría y, además, que el producto en cuestión fuese trasandino.

¿CON QUÉ NOS ENCONTRAMOS? Tuve razón en todo. Mi buen amigo quedó encantado tanto por el producto como por su procedencia. Así, ambos coincidimos en que el Sauvignon Blanc Serie Riberas de Concha y Toro posee un bello color amarillo suave y brillante, con suaves ribetes dorados. En nariz surgen claras notas herbáceas (ruda) y minerales, más un ligeros toques cítricos, a pera y a espárragos. En boca es fresco, seco, de buena acidez; en retronasal afloran notas a pimiento verde.

Muy amigable, muy bebible, totalmente indicado para compartir con los buenos amigos.