Por Alejandro Sciscioli

Por fin se va este año de aprendizajes, desazones, temores, esperanzas y, por sobre todo, de innumerables descorches. Sucede que, a tono con lo que también ocurrió en la mayoría del mundo, en Paraguay los vineros recurrimos a nuestras cavas y nos dedicamos a dar rienda suelta a nuestra pasión durante los meses en los cuales teníamos que quedarnos en nuestras casas, esperando.

Como ocurre todos los años, me puse a reflexionar acerca de los vinos que más me impresionaron en este agonizante 2020. Y por ello a continuación comparto la lista de los 10 elegidos (más la mención de una serie de etiquetas que sería injusto dejar de lado, debido a sus cualidades excelentes).

¿Cómo fue la selección? La misma surgió a partir de las joyas atesoradas y descorchadas de la cava particular, los nuevos tesoros descubiertos durante las muchas catas virtuales en las cuales tuve el placer de participar y, además, la recopilación de las notas de los dos viajes vitivinícolas que pude encarar antes de que la pandemia ataque (clic acá y acá para leer las crónicas de ambas experiencias).

Sin más preámbulo, estos son los elegidos:

MAS LA PLANA 1996 DO PENEDÈS. Es el ícono de Familia Torres, un impresionante Cabernet Sauvignon elaborado bajo la DO Penedès, en Cataluña, España. Uno de los grandes vinos de España, que tiene una enorme potencial de envejecimiento. En Paraguay tenemos la cosecha 2015 de este impresionante vino.

GRANS MURALLES 2015 DO CONCA DE BARBERÁ. Este vino de finca, también elaborado por Familia Torres en Cataluña, debe su nombre a las murallas que protegían el monasterio de Poblet de las guerras y los mercenarios. Es un blend tinto que ensambla Garnacha (en mayor proporción), más Cariñena, Monastrell, Querol y Garró (estas dos últimas, cepas ancestrales recuperadas por Torres). Tiene 18 meses de crianza en roble francés nuevo y tenerlo en la copa es puro placer. Lamentablemente no lo tenemos en el mercado.

CLOUDY BAY SAUVIGNON BLANC 2015. En agosto de este año catamos esta etiqueta durante una de las clases virtuales de la Promoción 2020 del curso de sommelier en el Centro Garofalo. Es increíble el modo excelente en que sobrevivió en botella este vinazo neozelandés, de Marlborough. Tiene todo lo que se espera de un vino de esta variedad: intensidad y complejidad aromática (frutal y herbácea), más una boca muy fresca. Tremendo.

CHATEAU DE CRUZEAU 2013. No es necesario gastar una fortuna para disfrutar de un buen vino de Burdeos, y esta etiqueta es una prueba de ello. Es elaborado por la casa Andre Lurton, bajo la AOC Pèssac-Leognan. Tiene una nariz compleja con muchas notas terciarias (de evolución en barrica y botella), mientras que en boca seduce por su cuerpo elegante, taninos redondos y largo final. Lo amé.

CATENA ZAPATA MALBEC ARGENTINO 2017. Este es uno de los superlativos soldados caídos de mi cava particular durante esta cuarentena. Es 100% Malbec cultivado en dos viñedos, Nicasia (San Carlos, Valle de Uco) y Angélica (Lunlunta, Maipú). Es maravilloso desde todo punto de vista. 

DON MELCHOR 2016. En junio se realizó una cata virtual en la cual el protagonista fue este maravilloso embajador de la viticultura chilena. ¿Qué decir sobre esta etiqueta que no se haya comentado antes? ¡Apasiona desde la primera nariz! 

VIK 2012. A este gran vino chileno volví a tenerlo en la copa gracias a una cata virtual realizada en julio. Se trata de un tremendo blend con base de Cabernet Sauvignon (casi 70%) y complementado con Cabernet Franc, Carmenere y un toque de Merlot. Complejidad, estructura y elegancia, todo conjugado en la misma botella. Quedé enamorado. 

ALLEGRINI AMARONE DELLA VAPOLICELLA DOCG CLASSICO 2013. Es raro encontrar en Paraguay un buen Amarone. A este tuve el privilegio de catarlo en noviembre, gracias a la cortesía de un alumno de somm del Centro Garofalo. Fue amor al primer sorbo: ¡elegancia pura!

ERRAZURIZ ESTATE RESERVA SAUVIGNON BLANC 2018. Tuve el placer de abrir la tapa a rosca de este maravilloso blanco a fines de octubre. Es una etiqueta que reúne las famosas “3 B” del placer vinero: bueno, bonito y barato. Muy expresivo en nariz y fresquísimo en boca. Con esta etiqueta, la chilenísima Viña Errazuriz demuestra que no es necesario invertir una fortuna para beber buenos vinos.

FINCA LAS MORAS BLACK LABEL BONARDA 2018. Uno de los artículos que más disfrute realizar este 2020 fue “Bonarda Report”, en el cual hacía un repaso de prácticamente todas las etiquetas elaboradas con esta cepa (la segunda más cultivada en Argentina después de la Malbec) presentes en las góndolas paraguayas. Ingresó en este top ten por un simple motivo: me encanta. Debo haber descorchado dos cajas durante el año, y cada botella estaba mejor que la anterior.

Otras etiquetas impresionantes que sería injusto dejar de mencionar: Cruzat Cuvée Nature, Pagos de Quintana Crianza DO Ribera del Duero, Champagne Laurent-Perrier Brut, Champagne Nicolas Fuillatte Brut Rose, Champagne Pommery Brut Royal, Doña Paula 1100, Colonia Las Liebres Bonarda, Alfa Crux Red Blend, Viña Volcanes Ígneo, Villa Don Maximiano, La Mascota Unánime Chardonnay, Fuentespina Reserva 2014 DO Ribera del Duero, Navarro Correas Alegoría Gran Reserva Cabernet Sauvignon 2015, Santa Alicia Millantu 2015, Huarpe Vista Flores Terroir 2014, Viña Santa Carolina Reserva de Familia Pinot Noir 2017, Yacuil, Ramón Bilbao Crianza 2016 DOCa Rioja y Laborum de Parcela Chardonnay 2018, entre muchos otros.