Por Alejandro Sciscioli

Cuando se habla de “Wine Lovers”, en general ya se sabe a quiénes va dirigida la referencia: aquellos apasionados por el vino que buscan constantemente estar informados acerca de todo lo que ocurre en este maravilloso mundo y, claro está, suman descorches de todo tipo y procedencia. En Paraguay, sin embargo, al hablar de esta singular raza es posible ir un poco más allá: en esta categoría entran quienes de cualquier modo busca sumar a sus experiencias placenteros viajes vitivinícolas.

Así, en mayo de 2015, junto con los amigos de In Vino Veritas Club Privado logramos conformar un divertido grupo que acrecentó conocimientos y vivencias recorriendo durante el emprendimiento que fue bautizado como “Wine Lovers Tour Chile 2015”. Y ahora, un año después, con mucha alegría concretamos el “Wine Lovers Tour Napa Valley 2016”.

Por ello, a continuación me dedicaré a comentar los pormenores de un viaje de ensueño en el cual tuvimos ocasión de vivir la experiencia sobre cómo se concibe y elabora al vino en California, ese rinconcito de los Estados Unidos que se ha ganado un nombre propio en el universo vitivinícola.

El tour completo comprendió un total de 7 días 6 noches, e incluyó en su inició un acercamiento a la maravillosa ciudad de San Francisco. Entonces, en el presente texto describiré todo lo vivido (y bebido) en los tres primeros días del viaje, mientras que en entregas sucesivas iré desgranando el resto de la experiencia.



LAS CALLES DE SAN FRANCISCO. Todos aquellos que peinamos canas (o directamente ya no las peinamos porque ni eso nos queda en la cabeza) recordamos con mucho cariño la serie protagonizada por Karl Malden y el jovencísimo actor en ascenso Michael Douglas. En la tira policial, las calles de esa hermosa ciudad eran realmente el protagonista principal.

Teniendo en mente la pegadiza música con la cual se abría el programa, aterrizamos en San Francisco durante la tarde del pasado 20 de marzo. Nos recibió un día fresco y gris, ideal para los descorches que nos esperaban.

Ya hospedados en Sheraton Hotel del turístico barrio Fisherman’s Wharf, el siguiente paso fue dar un pequeño paseo por los muelles de la zona y buscar un sitio para cenar. Estábamos realmente cansados tras un largo vuelo, pero las ganas de conocer eran más fuertes.

Fue así que llegamos a un restaurante especializado en pescados y mariscos, ubicado en el famoso Pier 39, llamado Fog Harbour. ¡Qué bien comimos! Sopa de almejas, una fritatta con frutos de mar y el mejor atún grillado que comí en mi vida (apanado en sésamo y servido con arroz, aioli de wasabi y vegetales). Y llegaron los primeros descorches: Shutter Home,  un rosado de Zinfandel que definitivamente no estuvo a la altura de las expectativas, lamentablemente, y el sorpendente Su Yuen, un Riesling elaborado por la bodega de Francis Ford Coppola. 

Luego del café, a dormir para reponer fuerzas y hacer el recorrido turístico de rigor al día siguiente.



DEL TRANVÍA AL GOLDEN GATE. El lunes 21 de marzo fue especial. Es que allá por el 2004 tuve oportunidad de viajar a San Francisco, pero como fue una visita relámpago para una cobertura periodística, casi nada había podido conocer de la ciudad. Era el momento de la revancha.

En lugar de desayunar en el hotel optamos por visitar el famoso Boudin Cafe, panadería y confitería fundada en 1849 y que se encuentra más vigente que nunca. 

Y luego, con el “Big Bus” de turismo recorrimos los principales sitios turísticos, incluyendo por supuesto el Golden Gate, insignia de la ciudad.

Muchas compras, un almuerzo épico en Folleys Irish Pub (donde me di el gusto de sentarme en la barra, comer una deliciosa hamburguesa y degustar 4 variedades de IPAs) y retorno al hotel en el vistoso tranvía de época fueron los puntos fuertes de un día que cerró nuevamente con frutos de mar en plato y tres buenos hijos vitivinícolas de California en las copas: Jordan Chardonnay 2013 (Russian River Valley, Sonoma County), muy fresco y cremoso; La Crema Pinot Noir 2013 (Santa Rosa, Napa Valley), intenso y muy frutado; y el potente Alexander Valley Vineyards Cabernet Franc 2013 (Sonoma County).



NAPA, A TODO VINO. Con el grupo viajero ya completo, partimos desde el hotel hacia Napa, donde antes de hacer el check in en el hotel visitaríamos nada menos que tres bodegas. 

La primera etapa fue STAGS LEAP, un antiguo establecimiento que tuvo 3 familias propietarias en 70 años de historia. Ubicada en el distrito de Stags Leap y a pasos de la Silverado Trail (verdadera “ruta del vino”, ya que a su vera se encuentran numerosas bodegas), la bodega es preciosa en todo sentido. El entorno es de ensueño, con los viñedos y las vistas de las montañas cercanas. La señorial construcción de su Manor House, sitio donde reciben a las visitas y se realizan las degustaciones, antaño fue casa de campo de los propietarios originales y, en años posteriores (los de la famosa “ley seca”), también funcionó en su sótano un speakeasy o bar clandestino.

A las copas llegaron cosas muy interesantes: Barrel Selection Chardonnay 2013 (intenso, vainilloso y muy fresco), Winemaker’s Muse Redwine 2012 (Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec), Block 20 estate Merlot 2012 (intenso, fresco y mineral), Twuelve Falls Estate Red Wine 2012 (Cabernet Sauvignon, Petite Syrah y Merlot), The Leap Estate Cabernet Sauvignon 2012 (complejo, carnoso, de gran boca) y el campeón del día, Ne Cede Malis Petite Syrah 2012, de color muy profundo, nariz intensa y muy compleja y una boca fabulosa con todos los matices de un gran vino. El cierre llegó con Audentia Estate 2010, un Cabernet Sauvignon hecho y derecho.



Tras las compras de rigor, rápidamente nos trasladamos a ETUDE, casa de vinos fundada hace unos 25 años que especializa en Pinot Noir, aunque no pierde de vista la elaboración de etiquetas Pinot Blanc, Merlot y Cabernet Sauvignon. Se encuentra en la zona donde termina la ciudad de Napa e inicia la zona de Los Carneros. 

Nos recibió Ángel, un peruano muy amigable que de apoco fue acercándonos los vinos para que vayamos degustándolos. Tomamos asiento en el patio de su hermosa casona adonde reciben a los visitantes, con vista a unos hermosos jardines.

En orden de servicio degustamos: Pinot Blanc 2013, de nariz frutal, floral y mineral; Pinot Noir Estate Grown 2013, blend de 7 viñedos añejado en roble francés por 14 meses que resulta frutado y elegante en nariz, mientras que en boca se percibe fresco, de taninos suaves y final largo; Deer Camp Vineyard 2013, muy complejo en nariz y de final largo en boca; el exclusivo Heirloom 2013 Pinot Noir, del cual se elaboran entre 300 y 600 cajas al año; Santa Helena Cabernet Sauvignon 2010, elaborado con uvas de esa zona de Napa (ubicada bastante más al norte de donde nos encontrábamos en ese momento, con la madera muy presente tanto en nariz como en boca; y Oakville Cabernet Sauvignon 2010, elaborado con uvas de esa zona de Napa (ubicada casi a mitad de camino de Santa Helena y Etude), con la madera muy bien integrada y placentero y largo final en boca.

Visita breve pero intensa que nos dejó de premio seis vinos en nuestra memoria.

¿El almuerzo? Lo vivimos en un sitio que está a pocos centenares de metros de Etude. Un restaurante de carretera llamado The Boon Fly Café donde sirven unas hamburguesas de antología, sin exagerar.



Cansados, satisfechos y todavía muy curiosos nos dirigimos a BLACK STALLION, en el distrito de Oak Knoll. Nos encontramos, otra vez, ante un sitio maravillosamente montado para recibir al turista enológico, con una infraestructura impecable.

Nacida en el 2007, esta bodega boutique debe su nombre (que traducido significa semental negro) a un centro ecuestre que anteriormente funcionaba en el sitio. En el año 2010 la casa de vinos fue adquirida por los actuales propietarios, la familia Indelicato, que lleva ya tres generaciones en el negocio del vino. 

El “tasting room” nos encontramos con empleados muy amables, quienes nos permitieron degustar y conocer muchos de los productos que la casa elabora. Incluso pudimos volver a llenar las copas con los vinos que más nos gustaron

Primero, hicimos una cata vertical del blend de alta gama Bucephalus, de las cosechas 2010, 2011 y 2012. Se trata de un vino con columna de Cabernet Sauvignon, que año a año va cambiando el ensamblaje. En todos los casos se trata de vinos potentes y de taninos firmes, resultando el cosecha 2012 claro favorito.

También logramos probar un Zinfandel 2013 (Sonoma County), Merlot 2012 (Napa Valley) y Sauvignon Blanc 2014 (Napa Valley).

Terminada la visita, raudamente fuimos a Calistoga, bien al norte de Napa, para hacer check in en el Mount View Hotel & Spa. Por la noche, nos vestimos de gala para visitar Yountville, donde se encuentra The French Laundry, restaurante premiado con 3 estrellas Michelin que es comandado por el famoso chef Thomas Keller. Pero claro, como corresponde, todo lo vivido, comido y bebido será desarrollado en otro artículo.

Así, con la vara bien alta, culminábamos la primera jornada en Napa. 

¡No dejen de leer los demás artículos que iremos entregando!




---