Por Alejandro Sciscioli

La noche se presentaba ideal como para que los descorches se sucedieran. El clima, ni frío ni caluroso. Los vinos, muy interesantes. El entorno, en verdad glamoroso. La gente, por su parte, la indicada: puntual, conocedora, educada y muy curiosa.

Por ello fue todo un placer presentar los vinos de la bodega italiana Piccini a los socios de In Vino Veritas Club Privado y socios del BMW Owners Club, quienes se dieron cita en la casa que Perfecta Automotores, la firma importadora de la marca alemana, preparó como sede donde se mima a los propietarios de los vehículos de la marca alemana.

Tras las palabras de recepción por parte de Ricardo Fazzio, por el club de vinos, y de Edgar Saccarello, por parte de Perfecta, puse manos a la obra y comencé la divertida tarea de introducir cada etiqueta que fue llegando a las copas.

Primeramente hice propias las palabras que brindó a Parawine recientemente un ejecutivo de Piccini, de visita por nuestro país. Así comenté que la firma es, básicamente, la historia de una familia que en 1882 funda su propio establecimiento vitivinícola en La Toscana, región del centro norte de Italia, cuya capital es la famosa Florencia. Aún hoy, más de 130 años después, sigue siendo administrada por la familia fundadora, con la cuarta generación al frente.



Luego, la explicación de los detalles sobre PICCINI PROSECCO DOC, que fue servido como copa de bienvenida. Está elaborado 100% con uvas de la variedad Glera, cultivadas en la región del Véneto, mediante el método tanque, también conocido como Charmat. Se trata de un espumante seco, de alcohol bajo (11%), intensamente frutado y cítrico, fresco, vivaz y de buena acidez.

El primer vino tranquilo en llegar a las copas fue PICCINI MEMORO BIANCO, que salió al mercado un año y medio después del exitoso debut de su hermano tinto Piccini Rosso. Este vino blanco, que homenajea a la isla de Sicilia, se trata de un ensamblaje de Viognier (40%), Chardonnay (30%), Vermentino (20%) y Pecorino (10%).

¿Con qué nos encontramos? Con un vino de un amarillo dorado que cuativa por su interesante nariz, en la que se perciben notas de pera y miel, algo cítrico un ligero toque a corteza de pan. Es elegante y suave en el paladar, bien estructurado y con cuerpo.



LOS TINTOS. El siguiente vino fue un tinto, PICCINI SELEZIONE ORO CHIANTI RISERVA 2009 DOCG, elaborado con uvas Sangiovese (90%) y Cabernet Sauvignon (10%) y criado por 9 meses en barricas de roble. Fue calificado por los asistentes como un vino “distinto”, con aromas a fruta ya madura, más toques a regaliz y suaves toques a vainillaEn boca se percibe seco, de buena acidez, con taninos suaves, cuerpo medio alto y largo final. Un detalle muy interesante de este vino es su muy buena evolución en copa: en la medida que pasa el tiempo y se oxigena, más descriptores aromáticos aparecen, como chocolate, higos secos y cerezas en licor, entre otros.

Finalmente, el más aplaudido de la noche: SASSO AL POGGIO TOSCANA IGT 2010, un blend de Sangiovese (60%), Cabernet Sauvignon (20%) y Merlot (20%), considerado “súper toscano” porque, aunque elaborado en Toscana, no tiene el mínimo suficiente de Sangiovese en su formulación para tener el derecho a llamarse Chianti. Es criado por 12 meses en barricas de roble y, precisamente por ese tiempo e madera, se percibe claramente la vainilla en nariz, más fruta roja fresca, cereza y algunos puntos especiados. En boca es seco, con muy buena acidez, tatninos altos (bien presentes pero para nada molestos), cuerpo alto, alcohol alto (14%) y un maravilloso final complejo y persistente.

Terminadas las degustaciones, los asistentes optaron por quedarse un buen rato en el patio del BMW Owners Club, disfrutando del clima, los vinos y la compañía. Y también admirando los señoriales vehículos en exhibición.

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