Por Daniel Fassardi

Uno se acostumbra a la calma, a lo bueno, a lo que no produce sobresaltos. Al menos en mi caso puedo decir que no me gustan las incertidumbres, ni tampoco las situaciones forzadas. No obstante, cuando me encuentro ante escenarios como el que me apresto a relatar, siempre me viene a la mente un refrán que mi madre repetía sin cesar: “donde manda capitán no manda marinero”.

Es que, sinceramente, creí que cuando el editor llamó para encargarme un artículo para la sección Tasting, supuse que continuaríamos por la senda de la descripción de vinos tintos que tan bien veníamos desarrollando últimamente.

Pero no. Allí estaba este buen hombre, quien a sabiendas de mi fanatismo por los tintos (no en vano mi identidad de Twitter es @tintoparami), me pedía “para antes de ayer” algunas líneas sobre un vino blanco que no conocía. Y creo que lo peor de todo es que, una vez más, el jefe tenía razón: descorché un muy buen vino que estoy seguro terminará por enamorar a quien se digne a probarlo.

LO EVIDENTE. Cuando estoy equivocado, normalmente lo admito. Y en este caso ha ocurrido que estaba prejuzgando, así que me rindo ante la evidente calidad del Protos Verdejo 2013 DO Rueda que, primero, me vi en la obligación de catar y, luego, tuve el enorme placer de degustar.

Como siempre hago ante este tipo de desafíos, recurrí a mi querida S., quien una vez más abrió las puertas de su casa y sus papilas gustativas, para que la descripción del vino resulte en “estéreo”, lo que sin dudas es más enriquecedor.

Le comenté lo que debíamos probar y, ni lerda ni perezosa, encargó una suculenta paella de mariscos para que el maridaje, según ella, resultada ideal. Y no se equivocó.

Pero, ¿con qué nos encontramos? Con un vino que posee un delicado color amarillo traslúcido con ribetes verdosos y lágrimas de caída rápida. Me atrapó su nariz muy intensa, con notas a fruta blanca, manzana verde, lichi, pimiento verde y toques herbáceos. En boca es muy fresco y con rica acidez, suave, vivaz (se percibe gas carbónico residual) y con notas retronasales frutadas. Un vino que, bien enfriado, hará las delicias de quien se anime a probarlo (como fue mi caso y el de S.).

Vale recordar que Rueda, según la propia página web del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, “fue reconocida el día 12 de enero de 1980 por orden del Ministerio de Agricultura, siendo la primera Denominación de Origen reconocida en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, tras varios años trabajando por el reconocimiento y protección de su variedad autóctona: la Verdejo”.

Y si bien Protos es una bodega conocida por elaborar muy buenos vinos tintos en la DO Ribera del Duero, en este caso también demuestra su versatilidad para los blancos, ya que este Verdejo está realmente muy bueno para refrescar los paladares, ofrecer algo distinto a lo que estamos acostumbrados a tomar y romper la monotonía del verano.