Por Luis Fioretti

De veras que la Expo Vino Paraguay, que se hizo en junio pasado nos ha dejado mucho material para compartir con los lectores. Así, a continuación compartimos otra conversación con un visitante llegado del exterior, esta vez de la provincia argentina de San Juan.

El nombre del entrevistado es José Morales, enólogo de la bodega Callia. La finca, perteneciente al grupo vitivinícola de capital holandés Salentein, en apenas 10 años ha ganado un prestigio considerable entre sus pares  argentinas, creciendo “a niveles quizás no imaginados al inicio”.

Para comprender mejor, José explica que mientras Salentein centra labores en el terroir de la provincia argentina de Mendoza, Callia es el trabajo del mismo grupo enfocado en el terroir de la provincia de San Juan. No obstante, “existe una interacción continua que permite la mejora reciproca constante”.

El nacimiento de Callia fue una apuesta de Salentein al terruño sanjuanino coincidente con el surgimiento de la Syrah como variedad insigne de la provincia. Sus muy buenos resultados de calidad nacen porque esta provincia da algo diferente a las cepas: 330 días de sol al año. Estos se traducen en sabores con mucha fruta, por lo que “cualquier vino sanjuanino bien logrado se diferenciará por la concentración frutal que lleva: frescas, maduras, en mermelada, como sea, pero siempre con mucha fruta”, afirma Morales, asegurando que la uva sanjuanina se presta muy bien “para hacer vinos jóvenes y para jóvenes”.

“Naturalmente el lugar nos da ciertas características. Nosotros las optimizamos”, explica. Por eso, tras la elección del Terroir, hay que trabajar la uva en bodega. Así, una ventaja de Callia sobre otras fincas es la diversidad que puede ofrecer, teniendo bien identificadas sus regiones productivas en 3 valles principales: Tulum, Zonda y Pedernal. “En base a esta diferenciación podemos hacer vinos desde gamas básicas a los de ultra alta calidad”.

Y como la tarea estuvo bien hecha, los consumidores acompañaron a Callia. Sobre todo, la fruta mencionada “lleva un dulzor natural, de un estilo nuevo, frutado, para todos los días”. Así, Callia hoy vende aproximadamente un millón de cajas de 12 botellas (9 lts). El 60% de producción se queda en Argentina, mientras otro 40% va afuera, creciendo mucho en EE.UU., Europa y Latinoamérica.

UNA RELACIÓN ESPECIAL CON LA SYRAH. Con esta cepa pasa algo similar a lo que ocurre en otras provincias argentinas: así como en Salta se expresa mejor la Torrontés y la Pinot Noir en la Patagonia, es en San Juan donde mejor se da la Syrah, dice el enólogo, que aclara un detalle sobre el Malbec: “es un caso diferente, pues siendo representativo de toda Argentina, Callia incursionó en él como puerta para salir al mundo. La gente escucha Argentina e inmediatamente la relaciona con Malbec”.

No obstante, aclara que la insignia de su bodega es “el Syrah sanjuanino, que es realmente bueno; pero Argentina es más conocida hoy por el Malbec”.

LÍNEAS, CRIANZAS Y DEMÁS. Esta finca arranca con la línea Callia Alta: con varietales básicos a partir de Syrah, y también desarrolla mucho el Malbec. Sigue la línea Callia Reserve, de monovarietales Malbec, Syrah, Cabernet Sauvignon y Torrontés.

Escalando de nivel subimos a Callia Magna, donde se diferencian los varietales de acuerdo al Terroir. Así, en el caso del valle de Pedernal, lo mejor que ofrece es con el Malbec, resultando la etiqueta Callia Magna Malbec del Valle de Pedernal; el Syrah se da mejor en el valle de Tulum, tomando Magna el mejor del mismo.

De hecho, los resultados han sido excelentes con el Malbec en Pedernal. “Callia Magna Malbec 2012 de Pedernal obtuvo medalla de oro en Decanter, y varias veces 90 puntos de Robert Parker. Pedernal es donde el Malbec se da mejor dentro de San Juan, a la altura de los mejores de Argentina y por ende del mundo”, explica orgulloso Morales.

Respecto a este valle, el experto señala que en base a uvas de Pedernal, Callia desarrolla una línea de alta gama con varietales Syrah y Malbec, pero en distintos niveles de precio. “Nuestro desafío hoy es hacer conocer a la gente el potencial del valle, porque para nosotros es algo nuevo”.

Así, dentro de la alta gama que desarrolla, Callia tiene  3 niveles: Barrel Selection, con crianza de 9 meses en roble; sigue un Single Vinyard Malbec que recibe 12 meses de madera; y luego un Blend Malbec – Syrah que pasa 12 meses en madera y luego al menos un año más en botella.

Finalmente, el ícono de la bodega es Grand Callia, blend de 50% Syrah con lo mejor del valle de Tulum, 30% del mejor Malbec de Pedernal y 20% de Tannat expresando lo mejor del Valle de Zonda.

Respecto al  Tannat, José destaca que aún siendo la variedad emblemática de Uruguay, en San Juan se da muy bien, con mucha concentración, expresión y fruta, destacándose en el valle de Tulum.

EN LA EXPO. José, que participó ya en la Expo Vino del año pasado, notó que la gente está cada vez más interesada en el consumo del vino, ávida de conocimiento. “En la medida que va conociendo se engancha más en el consumo del vino, como un círculo virtuoso que llevará al aumento considerable del consumo en Paraguay”, comentó.

“La feria está buena porque da a la gente una oportunidad de probar vinos de todo el mundo y comparar para luego discernir una opción de compra. Esto hace conocer al consumidor, siendo beneficioso para el mercado. Todo lo que apunte a eso va en función de un mejor consumo de vino, no en cuanto al volumen solamente, sino en cuanto a la elección de calidad”.

Respecto al año pasado, destacó que el sistema armado en la feria estuvo más organizado, ordenado, permitiendo que la gente fluya y pueda probar lo que quiera, “lo importante respecto a estos eventos”.

MÁS SOBRE JOSÉ MORALES. Mendocino Licenciado en Enología, ya en el colegio secundario se orientó al área enológica. Trabajó 14 años en la bodega Pascual Tosso de Mendoza, llevando 4 años y medio en el Grupo Salentein, dentro de Callia. Es también docente en la Universidad Juan Agustín Massa, Facultad de Enología, de Mendoza.