Por Alejandro Sciscioli
En cada país siempre hay maneras de calificar y percibir a quienes son oriundos de los distintos rincones de su geografía. En Argentina, por ejemplo, a los nacidos y criados en Buenos Aires (conocidos como porteños) usualmente se los ve a priori como personas muy pedantes y hasta incluso desagradables, al menos hasta que demuestren lo contrario. ¿Otro ejemplo? En Paraguay tenemos una jocosa creencia popular que indica que quienes nacieron en el departamento de Guairá (los queridos gua’i) hacen todo al revés.
Ahora bien, siguiendo esa línea hay un dicho muy autóctono que reza: “A lo Luque”, que en pocas palabras significa que las cosas son realizadas “así nomás”, de manera desprolija, como salgan. Por supuesto que también ese refrán está atado a una zona geográfica, puntualmente la ciudad que limita con nuestra capital.
Pero, ¿qué tienen que ver estas cuestiones con el vino? Muy simple, en silencio, sin hacer ruido pero trabajando de modo profesional, un apasionado del vino y un enólogo están trabajando en un maravilloso proyecto: montaron una bodega en Luque y están vinificando uvas que son importadas de Argentina, trabajando de un modo muy profesional y para nada “a lo Luque”.
César Giacometti es un ciudadano argentino con muchos años de residencia en Paraguay. Y también es el emprendedor que logró convencer al enólogo mendocino Juan Catena (sí, pariente de los legendarios bodegueros Catena, pero perteneciente a otra rama familiar) para dar vida en Paraguay una quijotada que va tornándose una muy bella realidad.
¿Cómo hacen los vinos? Importan las uvas congeladas desde Mendoza, Argentina. ¿Cómo solucionaron el problema de la infraestructura para la elaboración de vinos? El propio GIacometti hizo artesanalmente el trabajo con su equipo metalúrgico, siguiendo las indicaciones de Catena.
El resultado es una pequeña bodega, totalmente funcional, en la cual es posible elaborar vinos del mismo modo en que se trabaja en otras partes del mundo con pequeñas cantidades.
En este momento se encuentran en plena fase de experimentación y, gracias a la intermediación de una persona amiga, quienes hacemos Parawine junto con los alumnos del curso de Sommelier que se dicta en el Centro Garofalo, pudimos visitar las instalaciones y catar los vinos directamente de los tanques, que en ese momento estaban terminando la fermentación maloláctica.
Para este primer experimento importaron desde Mendoza 22.000 kilos de uvas congeladas compradas a diversos productores del Este de la provincia (Malbec) y del Valle de Uco (Malbec, Merlot, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon).
Puntualmente, las del Valle de Uco provienen de viñedos de baja productividad que rinden apenas 5.000 kilos por hectárea en el caso de los Malbec, que provienen de una finca de Altamira. Merlot, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, en tanto, provienen de productores de La Consulta.
Durante el encuentro Juan comentó que el simple hecho de traer desde Mendoza las uvas cultivadas les permitió una suerte de maceración previa, debido a una serie de reacciones químicas que ocurren dentro de la uva durante ese tiempo, pudiendo lograr muy buen color con maceraciones breves.
En la bodega la temperatura se encuentra controlada constantemente buscando evitar que los típicos calores de nuestras latitudes malogren el vino.
¿El resultado? Vinos más que dignos, de buena intensidad de color, bien frutados, con acidez correcta y taninos más bien amables. ¡Y eso que al momento de probar no estaban totalmente terminados! En breve traerán a Paraguay barricas de roble para continuar la crianza en algunos de esos vinos.
Por el momento los vinos no saldrán a comercialización, y todo el trabajo realizado hasta el momento es “experimentación y aprendizaje”, según comentaron.
Por otro lado, el mismo dúo Giacometti - Catena está iniciando una serie de plantaciones experimentales de distintas variedades de vitis vinífera en pleno Chaco, cerca de la frontera con Bolivia, puntualmente Infante Rivarola. Buscan establecer si en el país es posible encontrar la configuración de suelo, cepa y clima con la cual poder elaborar vinos de calidad con uvas cultivadas en el país.
Quienes hacemos esta web aguardamos ansiosos los resultados de todos estos análisis. Definitivamente, estos son vinos hechos en Luque, pero de ninguna manera “a lo Luque”.
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