Por Daniel Fassardi

A inicios de 2019 una nota fue publicada en este portal y, a partir de ella, una duda quedó flotando en mi paladar. En ese artículo se mencionaba la llegada al mercado paraguayo del FCBarcelona Premium Malbec, un vino que es parte de la cartera de productos oficiales del famoso club de fútbol catalán, y que es elaborado por la bodega argentina Estancia Mendoza.

Durante mucho tiempo tuve ganas de descorcharlo y saber de qué se trata. Y como el tiempo fue pasando y la oportunidad no se presentaba, decidí yo mismo ir a buscar una botella y compartirla con mis queridas A y C, quienes jamás se niegan a cualquier descorche que proponga.

Fue así que llegué hasta la cava del Five Hotel, donde el estudiante avanzado de sommelierie César Sosa me recibió para la adquisición pertinente. Me gustó la etiqueta y también el precio: G. 140.000 (unos US$ 23).

Para el ritual del descorche llegaron a mi departamento mis amigas para compartir el vino, un muy buen momento y una deliciosas empanadas de “Sabores de Mi Tierra”, siempre infalibles.

¿Con qué me encontré? Con una sorpresa que, utilizando el lenguaje futbolero, resultó un golazo. A la vista se percibe con un color púrpura, muy profundo y brillante. En la nariz, de intensidad media+, aparecen notas fruta roja y negra, ciruela, un leve dejo floral y claros aromas terciarios, como chocolate, tabaco, roble y vainilla. En boca es seco, de acidez media+ (deja la boca bien jugosa), taninos muy perceptibles pero elegantes (finos, nada molestos), muy buen cuerpo y final largo y placentero. Un vino que puede ser buen compañero de carnes rojas, cordero, oveja, guisados de larga cocción y comidas con gran intensidad de sabor. ¡Me gustó mucho, al igual que a mis partners!

Mirando en internet su ficha técnica me enteré de que las uvas con las cuales se elabora son cultivadas íntegramente en Tupungaro, Valle de Uco, Mendoza, Argentina. Como dato adicional se puede mencionar que tiene 10 meses de crianza en barricas de roble francés y americano.

Con la reunión avanzando, el trío de catadores nos entregamos a seguir conversando sobre las características del vino. Terminada la botella nos entregamos al desenfreno de otros descorches. Pero ese ya es otro tema.

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