Por Pablo Ponce

Para quienes hemos tenido la fortuna de pasar distintas cosechas en diferentes bodegas, está claro que la frase «cada bodega es un mundo» se aplica de manera exacta. No importa si están cerca, lejos, en altura o en el llano, jamás se vive de manera igual.

En esta ocasión les voy a contar cómo se ha desarrollado la temporada 2020 (bastante atípica,por cierto) en Bodega Puna, la cual se encuentra en Cachi, una localidad perteneciente a la provincia de Salta. Esta es una nueva zona vitivinícola perteneciente a los Valles Calchaquíes comprende un terroir ideal para un estilo de vinos denominado “de altura”.

A unos 2.600 metros sobre el nivel del mar se encuentra rodeada de sus propios viñedos. Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Tempranillo y Torrontés.

Este no es un dato menor ya que sus viñedos al encontrarse en el mismo predio de la bodega permiten un transporte corto y cuidado de la uva, evitando así la exposición a las altas temperaturas durante mucho tiempo, que es lo que ocurre cuando los viñedos se encuentran alejados de la bodega y el camión pasa varias horas bajo el sol de las rutas y caminos por lo que es necesario prever ciertas acciones para el cuidado de la uva.



La cosecha comienza temprano por la mañana para evitar las horas donde más insolación se produce.

El estilo de cosecha es de forma manual, para proteger la calidad de la materia prima al máximo. Cada cosechador se hace con cajas plásticas de 12kg, las cuales también permiten cuidar la integridad del racimo desde que se desprende de las plantas hasta que llega a la bodega.





La uva luego es transportada en un camión, y cuando llega a la bodega es descargada y pesada para saber efectivamente cuántos kilogramos ingresó. Las cajas son resguardadas a la sombra para que el calor no afecte la materia prima



Luego pasa por una cinta de selección en donde se dejan solo los mejores racimos y granos. Esta etapa es muy importante ya que define la calidad del vino final.



Una vez que los granos pasan la cinta de selección, éstas caen a una bomba que, mediante un caño, son llevadas hasta el tanque de acero inoxidable donde se realizará la fermentación.



La fermentación es el momento preciso en el que el jugo de uva se transforma en vino. Esto puede llevar desde una semana hasta tres semanas, dependiendo el tipo de elaboración.

Durante este proceso, al mosto en fermentación se le realizan diferentes labores, una de ellas es el remontaje. Este consiste en extraer líquido del fondo del tanque y devolverlo por la boca superior, con el objetivo de mantener todo el sólido que flota mojado.



Cuando termina la fermentación, el vino es filtrado y en algunos casos llevado a barricas o cubas de roble francés donde pasarán tiempo en añejamiento.



¡Ahora solo resta esperar y poder descorchar esta añada 2020!


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