Por Alejandro Sciscioli

Paraguay es un mercado interesante para quienes producen vino. Y quienes hacemos Parawine lo sabemos muy bien: frecuentemente nos contactan desde distintas bodegas del mundo ejecutivos que desean contar con representación y distribución local.

En ese marco de búsqueda de posicionamiento de nuevas marcas en el país, recibimos la noticia de que un importante consultor de Chile visitará el país esta semana con la intención de encontrar nuevos canales comerciales para varios de sus clientes, todas marcas que cuentan con una excelente reputación en cuanto a la calidad de sus vinos.

¿El nombre del consultor? Alejandro Rivas, titulado en el año 2001 en Administración de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En conversación con Parawine, el experto comentó que en sus primeros años laborales trabajó principalmente en gestión y control financiero. “Después, desarrollé mi carrera en banca de inversión en grandes bancos, destacando Rabobank, donde comenzó mi amor por la agroindustria”, explica.

Su empresa, Bacchus Advisors, es una consultora especializada en la industria vitivinícola, que ofrece asesorías financieras y comerciales a viñas, con un foco global. Su equipo está compuesto por profesionales de distintas disciplinas, principalmente agrónomos, con experiencia previa en viñas y banca agroindustrial. “Si bien nuestro foco financiero es importante, realizando estructuraciones de deuda, M&A y valorizaciones, hoy la mayoría de nuestras asesorías están en la creación de nuevos canales comerciales”, comenta.

Algunos de los clientes que componen la cartera de Bacchus Advisors en Chile son Viña von Siebenthal (mayor puntaje Robert Parker en Chile, 97 puntos), Viña Chocalan, Viña San Esteban, Viña Casa Marín (viña con mayores premiaciones en blancos y pinot noir en Chile), Viña Requingua, Anun Wines y Viña Odfjell, entre otras. Fuera de Chile, también trabajan con Blengio Azienda Vitivinicola de Italia y Chateau Haut Saint Clair de Francia, entre otras empresas europeas.

“Casi todas estas viñas tienen en común una administración familiar, pasión por el vino y compromiso con producir vinos de calidad para los diferentes segmentos de consumidores. A diferencia de las grandes viñas que en general se enfocan en grandes escalas productivas y que ven el vino solo como un negocio”, destaca este apasionado por el vino. 

- ¿De qué fecha a qué fecha estarás en Paraguay?
- Estaré en Paraguay desde el 24 al 26 de mayo.

- ¿El motivo del viaje es interesar a importadores locales en las marcas que representas?
- Exactamente. Creo que hay un gran potencial en Paraguay. Hoy existe cierto desconocimiento por el vino chileno, tal vez por la cercanía física de Argentina con su oferta de vinos, pero detrás de la Cordillera de los Andes Chile tiene mucho que ofrecer. Por otro lado, hoy las exportaciones de Chile se concentran en más de 60% en una viña, pero Chile es mucho más que eso.

- En este viaje, ¿a qué viñas estás representando?
- Viña Chocalan, Viña Odfjell y Viña Requingua, de Chile; Blengio Azienda Vitivinicola de Italia y Chateau Haut Saint Clair de Francia. Aunque siempre estamos abiertos a incluir a otras viñas: si vemos que los requerimientos de los importadores cuadran con el perfil de alguna de las otras viñas que conocemos.

NÚMEROS A TENER EN CUENTA. Durante la conversación electrónica, Rivas compartió algunas estadísticas que realmente vale tener presentes.

Entre otros detalles, el consultor mencionó algunos datos “que sustentan la tendencia de mayor presencia de vino chileno en Paraguay”:

• Para 2015 se estimaban 3.3 millones de cajas (9 botellas) de consumo, de las cuales Argentina representaría 2.6 millones, y donde Chile terminó exportando 0.6 millones. 

• Los últimos 10 años, el consumo de vino total ha aumentado en un 13%, mientras que el vino chileno ha crecido un 450%. Por su parte en este período los vinos argentinos han caído un 3%.

• Por otro lado un consumo per cápita, algo por encima de 4 lt, aun representa un gran espacio de crecimiento.

“Resumiendo, todo apunta a una mayor presencia de vino chileno en los próximos años, que debiera sustentarse por su buena calidad, diversidad de cepas, y la más prolongada vendimia del mundo (4 meses, de febrero a mayo) gracias a la escasez de lluvias en este período, lo cual permite que cada cepa se coseche en su mejor momento y no con apuro por la llegada de lluvias”, subrayó.

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