Por Luis Fioretti

En el mes de noviembre de 2014, el Centre Català d'Asunción, un centro en el cual los catalanes y sus descendientes en Paraguay mantienen cercanía con sus raíces, festejó sus primeros 100 años de existencia, y entre sus actividades no podía faltar ¡una cata de vinos catalanes!

La entidad nació formalmente el 21 de noviembre de 1914, teniendo como sede inicial una pensión, propiedad de un catalán (por supuesto), que hoy día forma parte del centro cultural "Manzana de la Rivera. Ya para principios de la década del 1920 la institución adquiere su local actual, sobre la calle Cerro Corá 276, entre las calles Yegros e Iturbe del centro asunceno.

Hoy cuenta con unos 100 socios activos, repotenciando sus actividades con el impulso de sangre joven llegada de Catalunya. Nos referimos a Roger Sordé Masip, actual presidente, un amigo que el vino nos ha obsequiado desde su arribo al país hace ya 2 años.

Hoy el centro considera que Paraguay alberga unos 900 catalanes, a los que espera incorporar. También son muchos los descendientes de esta “nación sin Estado”, ya arraigados al Paraguay tras varias generaciones. No obstante el centro encara una renovación de actividades para recuperar su presencia en el ámbito cultural nacional, siendo además una entidad reconocida por la Comunidad Autónoma (suerte de Departamento o Provincia en España), de Catalunya.

Además, esto con un as bajo la manga: Barcelona, sí, la ciudad del “Barça”, es la capital de Catalunya. Y exactamente este es uno de los pilares de la renovación, impulsando la pasión futbolística por el club de fútbol más afamado del mundo, el de Messi,  club que además reconoce a la Penya Bacelonista de Asunción, institución con personalidad jurídica propia y nacida dentro del Centre Català a mediados de 2013, como entidad colaboradora de manera oficial.

NO SOLO FÚTBOL, TAMBIÉN VINO. Catalunya es afamada en el mundo por el Fútbol Club Barcelona, pero en sí es tierra de gran pujanza, con una lengua e identidad propias, siendo uno de los motores económicos de España y además gran productora de vinos.

Teniendo en cuenta tal detalle, que no es para nada menor, una de las actividades programadas por el Centre para celebrar su centenario fue, como corresponde, un encuentro donde brillaron con luz propia los vinos de sus raíces.

Para ello, Roger contactó con la "Cooperativa de Falset Marçà”, nacida fruto de la fusión de las antiguas cooperativas de ambas poblaciones y actualmente ubicada en la capital del Priorat, proponiéndole que sus vinos fuesen degustados en Paraguay. La idea agradó y con mucho gusto fueron cedidas varias cajas de cuatro líneas de sus vinos, que eso sí, tardaron en llegar al país por una cuestión de importación: fueron traídos por unidades a través de miembros y amigos del CCDA en sus viajes regulares de allá para aquí.

La Cooperativa Falset Marçà es una entidad que existe desde 1912, surgida para beneficio cooperativo de pequeños productores de vinos del Priorat. Hoy cuenta con más de 350 socios, quienes son a la vez los productores de las uvas, y elabora los vinos bajo el auspicio de una de las 12 Denominaciones de Origen catalanas,  la "DO Monsant”. El fuerte de sus vinos está tanto en cepas autóctonas como la Garnacha (blanca y tinta) y la Cariñena, como en cepas internacionales muy bien adaptadas a su suelo como la Syrah. Su producción alcanza las 750.000 botellas anuales, exportando una gran parte a más de 30 países.

LA DEGUSTACIÓN. Para ser más precisos, la festividad de la institución ofreció 4 vinos de la línea “Ètim” de Falset Marçà.

El primero fue el Ètim Blanc 2013, elaborado con Garnacha Blanca, cepa oriunda del Priorat y de otras zonas de Catalunya como la Terra Alta, con vides que superan los 25 años. Cultivadas entre los 300 y 450 metros de altitud sobre el nivel del mar, se cosechan a mano, a primera hora de la mañana antes de calentar el sol.

“De color amarillo limpio, luminoso y salpicado con algo de verdor, su perfume evoca elegantes notas cítricas, de limón y pomelo; aparece el azahar junto a hierbas aromáticas acompañadas de muy sutiles notas procedentes de la madera, todo rodeado de la mineralidad del Priorat. En boca resulta fresco, cítrico, especialmente limón, con acidez bien equilibrada y final largo. El conjunto da un vino amable e intenso a la vez”, rememora Roger.

Le siguió el Ètim Tinto 2013, un ensamblaje de 60% Garnacha Negra, 30% Cariñena y 10% Syrah, cuyas uvas provienen de vides ya de entre 20 a 50 años, criadas en suelos de diferentes tipos entre  pizarra, caliza, pedregoso y arenoso.

“Su color es muy intenso, rojo cereza con reflejos violáceos, brillante. Deja llegar aromas de fruta madura, entre fresas, grosellas y moras, que dan lugar a gustos torrefactos de vainilla y canela, originados durante su breve paso por barrica, llegando inclusive a lo balsámico con reminiscencias de eucalipto y menta. Se trata de un vino de carácter joven y fresco, muy representativo de la DO Montsant”, prosigue.

El tercer vino degustado fue el protagonista de la noche: el Ètim Grenache Old Vines 2008, compuesto de 85% Garnacha Negra y 15% Cabernet Sauvignon. Se hace con baja producción de racimos provenientes de vides que superan los 50 años de antigüedad, cultivadas en suelos de pizarra,  arcilla, calcáreo y arenoso, situados entre los 350 y 500 metros de altura sobre el nivel marino. Su vendimia es de mediados de setiembre hasta finales de octubre.

“Posee un intenso color granate, cubierto de ribetes violetas que son preámbulo de fuertes aromas a fresas, grosellas y claro, granada. Presentes también el arándano, casis y moras con un sutil toque balsámico y mineral. Evolucionando, los aromas presentan especias y tostados de barrica. Todo esto abre paso a una gran elegancia en boca, muy equilibrada, y de buena acidez,  con taninos muy presentes como redondos, conjunto que evoca mucha fruta. Su final es largo, aportando frutos del bosque, vainilla y maderas nobles”, precisa Roger.

Entre sus premios internacionales recientes destacan la Medalla de Oro La Selección 2010 en Alemania y la Medalla de Plata AWC Vienna 2013. Sus puntuaciones internacionales más destacadas: 9,34 puntos en la Guia dels Vins de Catalunya 2011, 90 puntos en la guía Peñín 2010 y 2012 y 91 puntos según Robert Parker en 2009.

Finalizando la degustación, un vino de postre, el Ètim Verema Tardana Tinto 2011. Está elaborado con vides de 40 años, 100% Garnacha Negra, criadas entre los 350 y 450 metros sobre el nivel marino en suelos muy pobres de arcilla calcárea y pizarra. Este suelo y su pobreza, junto a la edad de sus vides, dan una producción muy reducida pero a la vez muy concentrada y de gran calidad. Destaca  su vendimia por hacerse  en la segunda mitad de octubre, habiendo pasado de 15 a 30 días desde el momento en que las uvas tenían la madurez óptima para la elaboración de un vino seco normal.

Resulta de lo anterior “un bonito color granate, con ribetes rubí, limpio y brillante. Sus aromas evocan confituras de fruta, entre fresas, ciruelas y moras, acompañadas de higos secos y pasas. La crianza en barrica arroja frutos secos, tostados, cacao y alguna nota de eucalipto. En boca la cosa se pone muy agradable como untuosa, ideal para postres. Dulce bien equilibrado con la acidez y el alcohol, su final largo evoca pasas, chocolates y mermeladas”, precisa.

También, finalizando de manera muy breve una noche maravillosa, durante la ocasión el público presente pudo apreciar un documental sobre la vida vitivinícola de Catalunya que dejó impresionados a muchos, llamado “Deconstruint  el vi català” (Deconstruyendo el vino catalán).

La sommelier catalana Silvia Huguet Sedó, de Les Borges del Camp, fue pieza clave de la velada aportando sus reflexiones tras el visionado del citado documental y ayudando a los asistentes en el proceso de cata de los citados vinos.

Roger Sordé Masip insistió que tan interesante actividad, realizada en conmemoración del Centenari del Centre Català d'Asunción, fue posible por la colaboración de las personas e instituciones siguientes, a quien les está sinceramente agradecido: a Xavi Domènech i Munté (Gerente),  a Ruth Troyano (Responsable de Comunicación) y a Iván Samà (Comercial) de la Cooperativa de Falset Marçà, por su entusiasmo y colaboración desinteresadas a la hora de proporcionarnos las botellas; a Raúl Deamo (ideólogo / autor / director del documental "Deconstruint el Vi Català") por permitirnos la proyección pública de su obra; a Sílvia Huguet Sedó (sommelier profesional) por su profesionalidad y simpatía durante el debate y la degustación de los vinos; a Claudia Adorno y Ricardo Fazzio de In Vino Veritas (Club Privado de Vinos) por cedernos sus copas facilitando así el óptimo desarrollo de la cata; y a todos los asistentes, tanto profesionales como amateurs, tanto iniciados como primerizos en el mundo del vino, que propiciaron que la actividad resultase excelente.

Sin dudas, la experiencia nos deja esta idea: los vinos catalanes de calidad alguna vez deben llegar al país de manos de una importadora.