Por Alejandro Sciscioli
Allá por el año 2000, nada había en la región de Luján de Cuyo donde hoy se asienta la bodega Decero. La familia suiza Schmidheiny, cuya tradición vitivinícola entre sus antepasados la llevó a adquirir bodegas en EEUU y Australia, decidió también desembarcar en Argentina. Pero había un detalle: el anhelo era lograr la concreción de un proyecto desde el principio, desde cero. 
Se escogió Agrelo, dentro de Luján de Cuyo, provincia de Mendoza y se definió que sería una bodega cuya filosofía sería la de producir vinos "Single Vineyard". Para 2004 se inicia la construcción de la bodega, y entre ese año y el siguiente se hacen las dos primeras vinificaciones experimentales, con grandes resultados. Tan buenos, que la primera vinificación oficial, ya en 2006, obtiene 94 puntos en la prestigiosa publicación estadounidense The Wine Advocate para su línea ícono, Decero Amano.
Ya en la actualidad, los vinos de Decero están presentes en Paraguay. Y recientemente visitó el país Leandro Bastías, uno de sus ejecutivos comerciales, con quien conversamos en el marco de una cena maridaje realizada en el restaurante Le Sommelier. Así, entre copas y platos, pudimos enterarnos más sobre Decero y sus vinos. 
“Nuestro porfolio es muy estable, y si bien es cierto que estamos trabajando en cosas nuevas, no vamos cambiando mucho con el tiempo”, inicia la charla Leandro, explicando de ese modo que las novedades sobre Decero pasan más por los reconocimientos y premios que van cosechando que por nuevas líneas o vinos que estén desarrollando.
Lo más llamativo que le ocurrió a la bodega, prosigue, fue que el Decero Mini Ediciones Petit Verdot  2012, que al momento de la entrevista no se distribuía en ningún mercado debido a que estaban terminando de comercializar las últimas cajas de la cosecha 2011, ganó el trofeo Valles de Mendoza en los Argentina Wine Awards 2015.
Se trata de un vino 100% Petit Verdot elaborado íntegramente con unas provenientes del Viñedo Remolinos, siempre en Luján de Cuyo, “que para nosotros es un orgullo inmenso; el premio fue algo primero nunca esperado y segundo que nos llena de alegría y que nos dice que estamos haciendo algunas cosas bien”.
En Paraguay no se consigue aún la añada premiada, aunque sí la anterior, explica, y recuerda los vinos de Decero presentes en Paraguay: “los tres clásicos, que son el Malbec, el Syrah y el Cabernet Sauvignon; el Petit Verdot, que es un Mini Ediciones y está un escalón más arriba en calidad y precio, ya que es de edición limitada y también el icono Amano”.
NO TRADICIONAL. “Hay un vínculo muy fuerte entre Petit Verdot y Decero””, confiesa Leandro, y explica el por qué: cuando se planta la variedad el motivo era utilizar la cepa en el blend del icono Amano. No obstante, en los años 2004 y 2005, cuando se realizaron las primeras vinificaciones experimentales, se detectan varias parcelas que daban vinos que tranquilamente podían ser 100% de esa variedad francesa que usualmente se utiliza en cortes.
La primera añada 100% Petit Verdot, del 2006, obtuvo nada menos que 93 puntos Parker, lo que genero un boom comercial. “Vendimos todo lo que habíamos producido muy rápido. Desde ese momento se convirtió como en un símbolo nuestro”, agrega.
Sobre Amano, indica que la idea enológica es lograr el mejor vino tinto que se puede hacer con las variedades plantadas en Agrelo.
TRABAJO EN VIÑEDO Y BODEGA. En esta parte de la charla, el entrevistado se entusiasma comentando lo detallado del trabajo en finca. “Tenemos al viñedo muy bien delimitado interiormente. Sabemos qué área funciona mejor para cada variedad”, puntualiza. 
Y también se detiene a explicar un detalle con respecto al Malbec. “Descubrimos que había un componente Malbec proveniente de una determinada parcela que tenía un perfil automático de violetas, de flores azules, y había otro, en un sitio diferente, que daba un componente de frutos rojos, más típico de la variedad.Llegamos a la conclusión de que esto tenía que ver con la presencia o no de piedras grandes cerca de la superficie, las cuales actúan absorbiendo calor durante el día y manteniéndolo durante la noche.
El mosto obtenido de las uvas con componentes a violetas se fermenta a 24° - 25°, “precisamente para no volatilizar esasnotas”, mientras que el otro mosto es fermentado a 27° - 28°, “una temperatura más normal de fermentación de Malbec, y después hacemos el corte y obtenemos una complejidad que de otra forma no hubiéramos obtenido”, confiesa.
Con respecto al desempeño de la marca en Paraguay, el ejecutivo destaca que están “muy conformes, la representación está haciendo un excelente trabajo con nuestros vinos. Hay que comunicar, comunicar, comunicar y hacer que la gente pruebe el vino. Creo que hay en Paraguay una movida muy interesante, un auge de los vinos premium, de los vinos de terroi, así como también hay una movida gastronómica muy interesante”.