Entrevista realizada por Alejandro Sciscioli

Es un anfitrión muy amable, de esos a los que nunca se les escapa un detalle. Es, además, un personaje rico en vivencias, un empresario apasionado que aplica en su organización una filosofía inclusiva que tiene en cuenta a todas las personas. También se destaca por su sencillez y por no prestar mucha atención a los protocolos. Es, en suma, esa clase de persona que te cae bien de entrada. Y sin embargo, es un personaje duro de cazar cuando sabe que hay una grabadora de por medio y el motivo de la charla es una entrevista. Es que para José Alberto Zuccardi, principal directivo de la bodega que lleva el apellido familiar, lo importante no es figurar; para él, en definitiva, lo importante es producir buenos vinos. Y punto.

Con motivo de mi presencia en la  12ª Degustación Anual de Santa Julia, evento organizado por la bodega Familia Zuccardi, luego de mucho insistir a colaboradores y al propio José Alberto, finalmente pude robarle 15 minutos de charla en pleno evento.

La conversación comenzó girando en torno al gran evento anual de Santa Julia, una marca que forma parte del portafolio de la bodega. “La fortaleza de esta Degustación Anual de Santa Julia se destaca por la participación de mucha gente joven. Es que el vino está siendo entendido en Argentina por los jóvenes de una manera muy especial, y el vino en este país siempre fue parte de nuestra cultura, de nuestra mesa familiar, de nuestras reuniones con amigos, de nuestros asados. Hoy la diferencia es que se hace con mucho más conocimiento. Y este es un evento que para nosotros es importante porque abrimos las puertas de la bodega a la gente que hace posible que existamos. Somos una empresa familiar que se desarrolló por la voluntad de las personas que consumen nuestros productos. Entonces es una forma de decir cada año “gracias”, y reafirmar nuestra condición de ser una empresa mendocina, empresa argentina, que existe por estas razones, que no somos la voluntad ni el deseo de ningún grupo inversor ni de ningún banco, sino la expresión de un proyecto desarrollado por una familia, pero no solo como la familia de sangre, sino como aquellos que comparten objetivos y valores”, comienza apuntando.

Y también agrega, ante la observación de la gran cantidad de gente joven que trabaja en la bodega, aun desempeñando responsabilidades en puestos clave. “En realidad la empresa tiene todos sus cuadros de dirección formados en la misma empresa. Todos los gerentes son personas que empezaron, se formaron y se desarrollaron aquí, todos nuestros capataces de finca son personas que empezaron como obreros, nuestros capataces de bodega igual. Pero hemos ido creciendo en los últimos años, hoy somos un grupo grande, con 700 personas. Y el promedio de edad de nuestra gente es 32 años, somos un equipo con futuro”.

PASIÓN QUE LLEGA A 45 PAÍSES. La historia de Familia Zuccardi se remonta al año 1950, cuando don Alberto, el padre de José Alberto, empezó a adaptar para Mendoza un sistema de riego que se utilizaba en California. “Mendoza es un desierto, solo cultivamos el 3,5% de la superficie de la provincia y la razón es que no tenemos más agua, la única que tenemos es la del deshielo de la cordillera de los Andes”, subraya.

“En 1963 mi padre comenzó un viñedo y el propósito era mostrar a los demás agricultores o viticultores cómo su sistema de riego funcionaba”. Así fue don Alberto descubrió su verdadera vocación de vitivinicultor y, 5 años después, en 1968, empezó la construcción de la bodega “y así hemos ido avanzando”. José Alberto se incorporó a la empresa familiar en 1976, y desde entonces se destaca con pasión a producir vinos. “Al principio vendíamos vinos a granel. Luego, en 1980, empezamos a embotellar nuestros vinos para el mercado argentino. En 1992 empezamos a exportar, y hoy dos tercios de la producción se exporta a 45 países y el tercio restante se consume en la Argentina”.

Actualmente, la realidad indica que Familia Zuccardi produce 2 millones de cajas de vino al año. Entre los 45 países a los cuales la producción se envía se encuentran Canadá, EEUU e Inglaterra. Dentro de sus líneas más importantes se destacan Santa Julia, Zuccardi, Fuzion y Malamado. También hay una joven área de aceite de oliva, con dos líneas, Familia Zuccardi (compuesta por los varietales como Arauco, Frantoio y Manzanilla), y la línea de blend denominada Zuelo. La bodega posee un centro de turismo y un restaurante denominados Casa del Visitante, donde día a día se recibe a numerosos turistas locales y extranjeros.

TRADICIÓN E INNOVACIÓN. La misión de la empresa abarca cuatro objetivos centrales, explica José Alberto: calidad, innovación, cuidado del medio ambiente y el ser útiles a la sociedad de la que somos parte. “Apuntamos a la calidad y la innovación con mucha fuerza, siempre tratamos de ir a productos de más alta calidad. Pensamos que el vino es esto, es tradición, pero también es innovación”.

- Innovación, de hecho, es una de las líneas...
- Una de las líneas se llama Innovación. Y hay siempre mucho para innovar y para desarrollar. Y estamos trabajando muy firmemente en lo que llamamos “Sustentable por Naturaleza”, que es un proyecto que abarca los aspectos ambientales y los aspectos sociales. Es decir que debemos cuidar el medio ambiente para que quienes vengan detrás nuestro puedan seguir haciendo lo que hoy hacemos.

- ¿Y la parte social?
- Por otro lado debemos ser útiles en el desarrollo de la comunidad y en el desarrollo de las capacidades, porque también esto está alineado a la calidad de nuestros productos. El vino expresa a la tierra, expresa al clima, expresa a la variedad, pero también expresa a las personas.  Entonces, gente de calidad puede producir vinos de calidad.

- El vino expresa la tierra, y justamente llama la atención los minuciosos estudios de suelo que están haciendo para trabajar con el concepto de microterroirs. ¿Cómo incidirá en el desarrollo de los vinos?
- Es muy importante entender cómo han sido formados los suelos de Mendoza. La provincia está el pie de la cordillera de los Andes, que nos da el agua y que nos ha dado los suelos. Todos estos suelos han sido formados por la erosión de la cordillera y hay sitios que tienen una gran heterogeneidad, donde los perfiles de suelo están estratificados de manera diferente de acuerdo a como la erosión se produjo. Descubrir esto, y descubrir dentro de los mismos viñedos las zonas homogéneas, vinificarlas por separado y luego poder comercializarlos separadamente o hacer blends. Lograr el mejor blend posible a partir de esos componentes es un tema apasionante y encierra mucho trabajo para el futuro. Estamos trabajando con un equipo de investigación y desarrollo, estamos trabajando en los viñedos, reconociendo los distintos terroirs o microterroirs, buscando las mejores variedades para cada uno y buscando desarrollar vinos que por encima de todo exprese una clara identidad de la región, y de quienes lo hacemos.

- Es cierto, los vinos de Zuccardi tienen una firma.
- Bueno, ese es un objetivo. Hemos desarrollado dentro de las distintas líneas de la bodega, equipos humanos que expresan estas líneas. Los vinos son expresión de personas concretas, entonces hoy dentro de la bodega los vinos Santa Julia tienen un equipo humano que está trabajando desde el viñedo a la bodega hasta la comunicación; los vinos de la línea Zuccardi otro equipo que trabaja específicamente enfocados en temas como el terroir. Tenemos también equipos también que desarrolla Malamado, tenemos equipo que está desarrollando todo lo que es aceite de oliva, es decir, ante todo, queremos que cada una de las cosas que hagamos exprese la identidad de personas concretas y eso es lo que estamos haciendo.

- ¿Cuándo estará lista la bodega que construirán en el valle de Uco?
- Hemos trabajado mucho los últimos años en el establecimiento de Familia Zuccardi en el valle del Uco, que está a 100 kilómetros al sur de Mendoza. Allí hemos establecido 4 viñedos, y en el proceso de armado de este proyecto incluimos la construcción de una bodega en Altamira, una de esas cuatro fincas. Estamos trabajando en el proyecto y es muy probable que en el 2011 construyamos la primera etapa y que en 2012 podamos empezar a elaborar allí. En principio esa bodega está orientada hacia la línea Zuccardi que se elabora con uvas de este lugar del valle del Uco.

Había muchos más temas para conversar, mucho más que preguntar y respuestas por obtener. Sin embargo, a esa altura de la charla, estaba claro que don José Alberto debía seguir atendiendo a sus invitados. Fue así que me prometí una segunda charla con este rico personaje que transmite convicción con cada frase que expresa.

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NUEVAS VARIEDADES

Un emprendimiento importante que desarrolla Familia Zuccardi es el proyecto Santa Julia Innovación, con el la bodega está experimentando con más de 30 variedades de distintos orígenes del mundo que están siendo cultivas en Mendoza. “Tenemos variedades italianas como Ancelota, Greco di Tufo y Aglianico; variedades francesas como Mourvèdre; cruzamientos como el Caladoc o Marselan; variedades españolas como Albariño y Garnacha; variedades portuguesas como Touriga Nacional o Trincadeira, una gama muy amplia de variedades cuyo potencial estamos descubriendo en la región. Y esto encierra un proceso largo, porque traer los plantines desde Europa, comenzar los plantíos a cultivar y establecerlos. La vid es una planta que requiere varios años antes de poder producir y producir establemente. Entonces estamos desarrollando ese proyecto con mucho entusiasmo y descubriendo algunas variedades muy interesante para la región, otras obviamente no y las vamos reemplazando y trabajando”, explica José Alberto Zuccardi.

(Artículo publicado en el número 11 de la revista HC Gourmet, correspondiente a marzo del 2011).