Texto y fotos: Roger Sordé Masip

Anoche cenamos en familia unas pizzas riquísimas, elaboradas a la italiana, en horno de leña. Esto nos animó a descorchar un vino que hacía tiempo tenía #EntreCejaYCeja.

Aunque la botella atesoraba un fantástico Malbec patagónico de Argentina, la Bodega Noemía tiene, además, algunas conexiones con el país de La Dolce Vita.

Así, el visionario hacedor de vinos Hans Vinding-diers y su socia, la Condesa Noemí Marone Cinzano, tienen ambos su “relación italiana”.

Por un lado, los padres de Hans son los responsables de la enología de una bodega siciliana, mientras que la Condesa es heredera de una larga tradición familiar de viñateros en la Toscana y de elaboradores de vermouth en el Piamonte.

Este “Vin de village" nace de diferentes viñedos, con una media de cuarenta años de edad, ubicados en el pueblo de Mainqué, en el Alto Valle del Río Negro.

Con este homenaje líquido a su abuela, Hans nos hace gozar de un vino limpio, puro, a base de frutos rojos, especias - sobretodo pimienta - y flor de la violeta. Enorme boca con una acidez vibrante, incluso algo picante, como columna vertebral.

Un vino para compartir y disfrutar en cualquier circunstancia y con un sinfín de comidas.



UN JARDINCITO. ¡Qué gran descubrimiento! Aunque ya llevan más de tres años abiertos, hasta hace un par de días no supe de la existencia de Il Giardinetto. Sus magníficas pizzas son cocinadas en horno de leña.

Con el capocuoco y pizzaiolo Gabriele Monaco al frente, este local ofrece un amplísimo abanico de pizzas y pastas que te permiten viajar al corazón de Italia sin salir de Fernando de la Mora.

Feliz de haber corroborado que los fernandinos no precisamos viajar hasta Asunción para disfrutar de deliciosas pastas y pizzas.



---

Este texto fue elaborado a partir de dos comentarios publicados por el autor en su perfil de Instagram y ambos contenidos fueron replicados en esta web con su consentimiento. Clic acá para acceder al perfil.

---